SAN ROQUE GONZÁLEZ, Paraguay (AP) — Fátima Olmedo fue la primera en posar desnuda para el calendario, sosteniendo una manguera enrollada con las manos que apenas tapaba su barriga de embarazada.
Otros bomberos voluntarios siguieron sus pasos después. Está Jorge Leiva, que empleó una sierra de cadena para tapar la zona al sur de su ombligo y al norte de sus rodillas. Y Daniel Rodríguez, que dejó caer con orgullo sus pantalones de tirantes hasta las botas de goma.
El texto que acompaña a cada fotografía dice: “Estoy desnudo en esta imagen para gritar a los cuatro vientos como nos tiene el estado, EN BOLAS”.
Mes a mes, los bomberos muestran sus cuerpos para recaudar dinero y exigir recursos del gobierno para su cuartel en esta pequeña ciudad de las afueras de la capital de Paraguay.
“Así trabajamos, sin protección del gobierno... por eso salimos al desnudo”, dijo el jefe de bomberos, Alcides Britez, protagonista de la imagen del mes de noviembre en la que sonríe mientras sube a un camión rojo vestido solo con un casco.
Según Britez, que también es conductor de ambulancia en el centro de salud de San Roque González, los bomberos de su estación de no tienen seguro médico, lo que los pone en riesgo en cada salida.
Otros miembros del departamento compaginan sus labores como bomberos con empleos como maestros, periodistas o fontaneros. Algunos están estudiando enfermería o terminando la carrera de abogado.
“Mi ganancia de todo lo que hago es el aprecio de la gente y que te agradezcan”, dijo la bombera voluntaria Silvia Britez. “Eso vale más que cualquier salario que pueda recibir”.
Pero los bomberos tienen problemas para cubrir costos, y a menudo emplean su propio dinero para comprar guantes de protección. La estación recibe cada mes unos 600 dólares para atender a 16.000 residentes de San Roque González. Pero según el departamento, el gasto en combustible y el mantenimiento de los equipos, que incluyen una ambulancia y un camión de bomberos donado por España, asciende a alrededor de 1.000 dólares mensuales.
La idea del calendario surgió durante una clase de fotografía impartida por el fotógrafo español José María Guerrero.
“Tengo varios alumnos y alumnas bomberos voluntarios de este cuartel y conversando sobre la película “The Full Monty” surgió la idea”, dijo refiriéndose a la comedia británica sobre un grupo de hombres que forma un grupo de striptease.
“Fue un proceso que duró seis meses aproximadamente. Lo primero fue convencerlos de que no tenía nada de malo posar desnudos para una foto, pero este es un pueblo chico y no muy dado a los cambios bruscos en las costumbres, compuesto principalmente por trabajadores de la agricultura”, agregó Guerrero.
Sin embargo, desde su reciente publicación, el calendario se ha extendido como un incendio en la conservadora nación sudamericana.
“Hay varias personas que no están de acuerdo... No tienen la mente abierta para estas cuestiones. Pero no son muchos”, señaló Britez. “La mayoría están de acuerdo, les gustó y nos apoyan”.