Trasladar a migrantes por el Darién es un negocio lucrativo

Los emprendedores que se dedican a este negocio no son contrabandistas clandestinos.

Paso de migrantes por el Darién / EFE
Panamá /

El Darién, región selvática y pantanosa que se encuentra en la frontera entre Panamá y Colombia, ha sido cruzado por más de 300 mil personas para llegar Estados Unidos, sin embargo, este viaje se ha convertido en un negocio lucrativo.

Para llegar en lancha al bosque tropical, los migrantes deben gastar 40 dólares, mientras que un acompañante cobra 170 dólares al caminar por la peligrosa ruta. Otros 100 dólares se requieren para cargar las mochilas en sitios llenos de lodo, así como 10 dólares para comer un plato de pollo con arroz.

Esta ganancia es bastante alta como para dejarla pasar por desapercibida, y los emprendedores no son contrabandistas clandestinos que se ocultan de las autoridades, sino que son empresarios que todos los días envían a miles de personas a Estados Unidos, según una investigación de New York Times.

Uno de los integrantes electos de una junta de acción comunal y ex concejal de Acandí, municipio de Colombia en donde comienza la selva, se encarga de organizar a los lancheros, guías y cargabolsos. Su hermano menor, Luis Fernando Martínez, líder de una asociación local de turismo, es uno de los candidatos más importantes a la alcaldía de esta localidad y defiende el negocio de la migración como la única industria rentable del sitio.

En la actualidad, estas ganancias son más grandes, tan sólo en 2023, los líderes locales han reunido decenas de millones de dólares de los migrantes, una gran operación de movimiento humano que, de acuerdo a especialistas, es más refinada que muchas otras.

Por su parte, Fredy Marín, concejal en la municipalidad vecina de Necoclí, quien maneja una empresa de lanchas que transporta migrantes en su camino a Estados Unidos, dice que “hay una economía bonita”, y que al mes traslada a miles de personas al cobrar 40 dólares por cada una.

The New York Times descubrió que el gobierno nacional tiene poca presencia en este lugar, y si hay alguna autoridad, casi siempre está haciendo pasar a los migrantes, o en generalmente, la policía choca puños con los hombres que venden paquetes caros de viaje para atravesar el Darién.

El negocio es manejado por miembros electos de la junta de acción comunial, como García, mediante una organización sin fines de lucro fundada por el presidente de la junta y su familia, y se llama Fundación Social Nueva Luz del Darién.

Pero la fundación ha contratado a más de dos mil guías locales y cargadores de mochilas, y las personas migrantes pagan por lo que se llaman servicios, entre ellos, el paquete básico de guía y seguridad por la frontera, de 170 dólares, y se les colocan dos brazaletes de papel como comprobante de pago.

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