Cientos de personas en Japón denunciaron que recibieron pasteles de Navidad deformes o aplastados de la cadena de grandes almacenes Takashimaya, luego de haberlos encargado a domicilio para celebrar las tradicionales festividades navideñas con estos postres de nata y fresas.
Este suceso ocurrió el 25 de diciembre, cuando dos mil 900 personas compraron por internet los pasteles que normalmente se consumen en Japón, y la cadena Takashimaya había recibido hasta ese entonces 530 informes sobre tartas desfiguradas.
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Escándalo a nivel nacional
El caso de los pasteles deformados se convirtió en un escándalo viral en las redes sociales japonesas.
“Nos disculpamos profundamente por la deformación de nuestros pasteles congelados de Navidad, que no cumplieron con las expectativas de muchos de nuestros clientes”, dijo Kazuhisa Yokoyama, uno de los altos funcionarios de la cadena.
A raíz de diversas quejas de los clientes en los últimos día en las redes sociales, algunas acompañadas de fotos de los pasteles deformados, el grupo también propuso indemnizaciones.
Pese a que los pasteles de crema incriminados, facturados en 38,5 dólares por unidad, eran aptos para el consumo, su aspecto planteaba un problema para las familias japonesas.
Takashimaya afirmó que más de 800 de los dos mil 900 pasteles de Navidad congelados que vendió en línea aparecieron deformados al ser sacados del empaque por los clientes.
El grupo llevó a cabo una extensa investigación para tratar de aclarar lo ocurrido, pero no tuvieron éxito. No se pudo “identificar una causa”, precisó Yokoyama.
No obstante, “somos responsables de nuestros productos, desde la producción hasta la distribución”, resaltó Takashimaya.
Los consumidores en Japón son especialmente exigentes con la calidad y el aspecto de los productos que adquieren, y esperan la perfección cuando compran en grandes almacenes de lujo como Takashimaya.
En la red social X, anteriormente Twitter, los consumidores expresaron su inconformidad o bien sus dudas acerca de la confianza que pueden tener en el grupo.
Por su parte, Takeyoshi Watanabe, el chef y dueño del restaurante francés Les Sens, que ha pasado un año trabajando para la puesta a punto de la tarta, compartió su malestar con la cadena de televisión Nihon TV y ha detallado que normalmente la empresa que prepara el pastel los entrega congelados a la compañía de reparto y que después las almacena en un congelador antes de entregarlas al consumidor.
“En este momento de la navidad, para que el hicimos con mucho esfuerzo una tarta para que la gente comiera lo mejor, siento pena que haya ocurrido algo así”, dijo Watanabe.
AA