El ex presidente peruano Pedro Castillo solicitó este 28 de diciembre su libertad, y rechazó ante el tribunal de apelaciones los delitos que se le acusan, tales como rebelión, al intentar un golpe de estado el 7 de diciembre.
La defensa de Castillo pide que se revoque la prisión preventiva de 18 meses que el ex presidente cumple en una prisión de una base policial en Lima. La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema, que lidera el juez César San Martín, debe resolver la solicitud este miércoles.
"Pido cese el odio y solicito mi libertad por ser un justo derecho. Jamás he cometido un delito de rebelión", dijo Castillo, durante una audiencia virtual. "Señor juez, yo no he cometido ningún delito de conspiración, pero quien ha conspirado es el Congreso y otras instituciones con la finalidad de armar un plan sobre la caída de mi gobierno a través de sucesivos pedidos de vacancia y otras artimañanas", agregó el ex mandatario.
El ex presidente lucía un bigote crecido y estaba acompañado de su abogado. Castillo, un maestro rural y líder sindical izquierdista, dijo estar incomunicado y pidió al juez que se le otorgue acceso a un teléfono para contactar con su esposa y dos hijos, que partieron a México la semana pasada.
El ex presidente fue destituido constitucionalmente por el Congreso y se encuentra recluido bajo condiciones legales y sin complicaciones físicas, según la Defensoría del Pueblo, que lo visitó hace una semana junto a un equipo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Castillo, de 53 años, está recluido en el penal Barbadillo, dentro del cuartel de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (Diroes) en la capital.
Es investigado por el delito de rebelión y conspiración por tratar de cerrar el Congreso, intervenir los poderes públicos y gobernar por decreto. La maniobra no tuvo respaldo institucional.
MRG