Cuando un familiar muere, las herencias siempre serán un tema complicado, sobre todo cuando hay varios miembros del núcleo familiar interesados en los bienes del difunto, pero, en esta ocasión, Bill Dorris, era un empresario millonario que cedió su dinero a su mejor amigo, su perrito Lulu que se hizo acreedor a toda su fortuna.
Este exitoso empresario de Tennesse, Estados Unidos, murió recientemente y dejó una herencia de 5 millones de dólares a Lulu, un perito de raza border collie de 8 años que seguramente se convirtió en uno de los animales más ricos del planeta, de acuerdo con Clarín.
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“Cinco millones de dólares serán transferidos a un fideicomiso que se creará tras mi muerte para el cuidado de mi border collie Lulu [...] para satisfacer todas sus necesidades”, dice una parte del testamento de Dorris difundido en medios locales.
Su testamento especificaba que su fortuna de 5 millones de dólares se depositara en un fideicomiso para el cuidado de Lulu.
El difunto empresario de 83 años era soltero y dirigía una empresa de bañeras para discapacitados. La custodia del can quedó a cargo de Martha Burton de 88 años, una buena amiga de Dorris que desconocía por completo sus intenciones.
“Francamente, no sé qué pensar al respecto, para decir la verdad. Él realmente amaba al perro”, declaró recientemente.
La nueva propietaria de Lulu reconoce que no hay manera de gastar tanto dinero en un perro, pero bromea con que lo va intentar.
Al día de hoy el patrimonio de Dorris está en proceso de transferencia a un fideicomiso que deberá cubrir todas las necesidades de la mascota. Lo que se desconoce es qué ocurrirá con la cantidad de dinero restante una vez fallezca Lulu.