LIMA. — El Congreso de Perú aprobó este jueves una ley para que 6,5 millones de trabajadores retiren hasta 3 mil 800 dólares de su fondo privado de pensiones en medio de la crisis por el nuevo coronavirus.
El presidente del parlamento unicameral peruano Manuel Merino dijo en una sesión en el hemiciclo que recogieron “el clamor popular de los más de seis millones de aportantes”.
El parlamento aprobó por insistencia la ley luego de que el mandatario Martín Vizcarra no la cuestionara en los últimos 15 días. Según la constitución, la ley se debe publicar en la gaceta oficial.
En medio de la agudización de la crisis económica local, la decisión del Parlamento recibió un aluvión de cuestionamientos desde fines de marzo por parte del Ministerio de Economía, del Banco Central de Reserva y de los grupos empresariales afirmando que afectaría la economía local.
El economista peruano Melvin Escudero, un experto en inversiones, dijo el jueves a la radio local RPP que “el forado que se está abriendo es brutal”, en referencia a los 16 mil millones de dólares que las AFP tendrán que retornar en los próximos días a sus verdaderos dueños, los aportantes.
Las cuatro administradoras de fondos de pensiones (AFP) están integradas por grupos económicos poderosos de Perú, Colombia y Chile. Sus prácticas son impopulares entre los peruanos por décadas.
Hasta el propio Vizcarra calificó sus variadas tasas de interés como “abusivas” y afirmó que tienen un comportamiento que los peruanos “rechazan”.
Los trabajadores están obligados a desprenderse del 10 por ciento de su sueldo para un fondo que dirigen las administradoras. Ese dinero es invertido por los cuatro grupos empresariales que cobran hasta 1,6 por ciento por administrarlo. Cuando hay pérdidas, únicamente son asumidas por los trabajadores.
Las AFP fueron instauradas en 1992 por el entonces presidente Alberto Fujimori (1990-2000), que copió una versión chilena creada en la gestión del dictador Augusto Pinochet (1973-1990).
En casi tres décadas, las cuatro AFP han acumulado hasta marzo más de 44 mil millones de dólares con el dinero de los trabajadores que invierten en mercados internacionales o locales.
Por décadas, las sugerencias y marchas para modificar el sistema pensionario privado jamás fue escuchado por las AFP, pero el efecto del virus ha provocado cambios impensados hace dos meses.
Según datos oficiales, Perú perderá 15 mil millones de dólares, el 6,8 por ciento de su PIB, debido a la paralización económica provocada por la cuarentena de 52 días que finalizará el 10 de mayo.
Aún no existe una proyección oficial del número de desempleados, pero un estudio de la universidad peruana ESAN calcula que serán 4,2 millones hasta diciembre.
El profesor de economía de la Pontificia Universidad Católica de Perú, Waldo Mendoza, considera que la crisis económica de Perú será comparable al provocada por la devastadora guerra contra Chile a fines del siglo XIX.
Hasta el miércoles Perú tenía 33 mil 931 infectados con el nuevo coronavirus y 943 fallecidos. El país es el segundo con más infectados en Latinoamérica después de Brasil.
cog
LIMA. — El Congreso de Perú aprobó este jueves una ley para que 6,5 millones de trabajadores retiren hasta 3 mil 800 dólares de su fondo privado de pensiones en medio de la crisis por el nuevo coronavirus.
El presidente del parlamento unicameral peruano Manuel Merino dijo en una sesión en el hemiciclo que recogieron “el clamor popular de los más de seis millones de aportantes”.
El parlamento aprobó por insistencia la ley luego de que el mandatario Martín Vizcarra no la cuestionara en los últimos 15 días. Según la constitución, la ley se debe publicar en la gaceta oficial.
En medio de la agudización de la crisis económica local, la decisión del Parlamento recibió un aluvión de cuestionamientos desde fines de marzo por parte del Ministerio de Economía, del Banco Central de Reserva y de los grupos empresariales afirmando que afectaría la economía local.
El economista peruano Melvin Escudero, un experto en inversiones, dijo el jueves a la radio local RPP que “el forado que se está abriendo es brutal”, en referencia a los 16 mil millones de dólares que las AFP tendrán que retornar en los próximos días a sus verdaderos dueños, los aportantes.
Las cuatro administradoras de fondos de pensiones (AFP) están integradas por grupos económicos poderosos de Perú, Colombia y Chile. Sus prácticas son impopulares entre los peruanos por décadas.
Hasta el propio Vizcarra calificó sus variadas tasas de interés como “abusivas” y afirmó que tienen un comportamiento que los peruanos “rechazan”.
Los trabajadores están obligados a desprenderse del 10 por ciento de su sueldo para un fondo que dirigen las administradoras. Ese dinero es invertido por los cuatro grupos empresariales que cobran hasta 1,6 por ciento por administrarlo. Cuando hay pérdidas, únicamente son asumidas por los trabajadores.
Las AFP fueron instauradas en 1992 por el entonces presidente Alberto Fujimori (1990-2000), que copió una versión chilena creada en la gestión del dictador Augusto Pinochet (1973-1990).
En casi tres décadas, las cuatro AFP han acumulado hasta marzo más de 44 mil millones de dólares con el dinero de los trabajadores que invierten en mercados internacionales o locales.
Por décadas, las sugerencias y marchas para modificar el sistema pensionario privado jamás fue escuchado por las AFP, pero el efecto del virus ha provocado cambios impensados hace dos meses.
Según datos oficiales, Perú perderá 15 mil millones de dólares, el 6,8 por ciento de su PIB, debido a la paralización económica provocada por la cuarentena de 52 días que finalizará el 10 de mayo.
Aún no existe una proyección oficial del número de desempleados, pero un estudio de la universidad peruana ESAN calcula que serán 4,2 millones hasta diciembre.
El profesor de economía de la Pontificia Universidad Católica de Perú, Waldo Mendoza, considera que la crisis económica de Perú será comparable al provocada por la devastadora guerra contra Chile a fines del siglo XIX.
Hasta el miércoles Perú tenía 33 mil 931 infectados con el nuevo coronavirus y 943 fallecidos. El país es el segundo con más infectados en Latinoamérica después de Brasil.
cog