Londres, 24 May (Notimex).- La organización Oxfam instó hoy al Grupo de los Siete (G-7) a tomar acciones para combatir el hambre en el mundo y evitar que millones de personas mueran de inanición, en vísperas de la reunión que sostendrán el próximo fin de semana en Italia los líderes de los países más ricos del mundo.
En un comunicado, Oxfam Internacional aseguró que los países del G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) podrían financiar la mitad de los fondos necesarios para acabar con la hambruna que amenazan a Sudán del Sur, Yemen, Somalia y Nigeria.
La organización urgió a los líderes del G-7 a destinar de forma inmediata dos mil 900 millones de dólares para financiar aproximadamente el 50 por ciento el llamamiento urgente de las Naciones Unidas (ONU) para combatir la hambruna que amenaza a las cuatro naciones y evitar que más personas mueran de inanición.
“Sin una respuesta inmediata y contundente, esta crisis estará fuera de control. Retrasar la respuesta solo supondrá más muertes”, sentenció la declaración oficial de la organización no gubernamental.
Oxfam recordó que la hambruna afecta ya a 100 mil personas de distintas zonas de Sudán del Sur y amenaza con extenderse a Yemen, Somalia y el noreste de Nigeria.
“Pero aún es posible evitar su propagación si los líderes del G-7 actúan de forma inmediata proporcionando una inyección masiva de fondos, acompañada de medidas diplomáticas efectivas para poner fin a los prolongados conflictos que han provocado esta crisis alimentaria”, indicó.
Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, consideró en el comunicado que la crisis del hambre global ha sido generada por “los fracasos a nivel político” y la falta de un liderazgo para adoptar las medidas urgentes.
La directora ejecutiva de Oxfam Internacional subrayó que los líderes más poderosos del mundo deben actuar ahora y “no quedarse de brazos cruzados para evitar que se produzca una catástrofe".
"Nuestro mundo lleno de abundancia está viviendo cuatro hambrunas sin precedentes. Si los líderes del G-7 viajaran a cualquiera de estos cuatro países, verían por sí mismos cómo la vida se está volviendo imposible para muchas personas: muchos están muriendo de forma dolorosa a consecuencia del hambre y enfermedades", indicó.
De acuerdo con Oxfam, si cada gobierno de los países del G-7 contribuyera de forma equitativa conforme al tamaño de su economía al llamado de la ONU de seis mil 300 millones de dólares para los cuatro países, se recaudarían casi la mitad de los fondos.
“Los llamamientos de las Naciones Unidas tan solo han recibido el 30 por ciento los fondos solicitados para esos cuatro países… Ninguno de los países del G7 ha proporcionado la financiación que le correspondía para los cuatro países”, destacó.
La ONG, cuya sede central está en Oxford, Inglaterra, recordó que en 2015, el G-7 se comprometió a sacar del hambre y la desnutrición a 500 millones de personas, sin embargo, al día de hoy, 30 millones de personas en cuatro países padecen hambre severa y 10 millones de los cuales se encuentran en situación de hambruna y precisan ayuda urgente.
“Se estima que el número de personas que sufren inseguridad alimentaria aguda ha aumentado cerca de un 40 por ciento en los últimos dos años”, destacó y pidió a los líderes del G-7 a cumplir con los compromisos adquiridos en la lucha contra el hambre y desnutrición.
Además de proporcionar fondos para los llamamientos de las Naciones Unidas, agregó Oxfam, los líderes del G-7 deben presionar para que se acuerden ceses de hostilidades de forma inmediata y se inicien procesos de paz, así como para promover el acceso seguro de las organizaciones humanitarias.
Los conflictos han obligado a millones de personas a abandonar sus hogares y comunidades, despojándolos de sus tierras, empleos, alimentos y mercados, indicó y recordó que el caso de Yemen, diversos países, incluidos miembros del G-7, siguen proporcionando armas, munición, equipamiento militar, tecnología o apoyo logístico o financiero para acciones militares.
“Los líderes del G-7 deben comprometerse a proporcionar a cada país los fondos que les corresponderían, además de presionar a otros donantes para que hagan lo mismo para, así, evitar que más personas mueran de hambre. Solo sus contribuciones supondrían 492 millones de dólares para Nigeria, 703 para Somalia, 764 para Sudán del Sur y 964 para Yemen”, apuntó.