Un grupo de piratas asaltó la madrugada de este lunes el navío Grande Francia, de bandera italiana y que transportaba contenedores y vehículos en las costas del estado de Sao Paulo, con el objetivo de trasladar 1.3 toneladas de cocaína con presunto destino a Europa.
La policía y la marina brasileñas fueron alertadas por radio por el capitán del navío, quien reportó que a 15 kilómetros de la entrada del puerto de Santos, el mayor de América del Sur, la embarcación fue asaltada por criminales armados que abordaron la nave desde una lancha rápida con ayuda de una cuerda y un gancho.
La tripulación, al percibir el asalto, se refugió en la sala de comando, mientras que al menos cuatro hombres armados abrieron dos contenedores en los que introdujeron 41 bolsas de plástico con una cantidad de cocaína que, según la policía, alcanzaría 1.3 toneladas.
Horas después, sin que las fuerzas de seguridad atacaran debido a la marea y el fuerte oleaje, los piratas abandonaron la embarcación y escaparon sin ser capturados, aunque las autoridades sí lograron incautar la droga.
El barco estaba en espera de entrar en el puerto de Santos cuando fue abordado, y su destino final era un puerto el Bélgica, lo que lleva a pensar a los investigadores que el destino final de la droga era Europa.
Brasil es un país de tráfico entre naciones productoras de cocaína como Bolivia, Perú y Colombia, y algunos destinos internacionales como Europa, pero es también el segundo mayor consumidor de cocaína del mundo, sólo superado por Estados Unidos, según estudios de Naciones Unidas.
Traficantes brasileños usan comúnmente los puertos de Sao Paulo y Río de Janeiro para enviar droga a Europa y Estados Unidos, usando el gran tráfico de mercancías y contenedores como método para encubrir sus operaciones.
En lo que va de año fueron decomisadas 13 toneladas de cocaína en el puerto de Santos, un récord comparado con todo el volumen interceptado en 2017, de 11 toneladas, y en 2016, de diez toneladas.