Lo que parecía un operativo para el control de tráfico en Brasil terminó en tragedia, ya que una niña de 3 años murió tras recibir varios disparos. Este hecho fue condenado por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
La pequeña identificada como Heloisa dos Santos Silva, falleció por un paro cardiorrespiratorio después de nueve días en el hospital por las heridas de bala que recibió, informó el departamento de salud de Duque de Caxias, cerca de Río de Janeiro, donde era tratada.
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Familiares y testigos declararon a los investigadores que la menor y su familia regresaban a su casa en auto el 7 de septiembre, día de la independencia en Brasil, cuando la policía federal de carreteras les hizo señales para que se detuvieran.
Los agentes abrieron fuego contra el vehículo e hirieron a la niña en el cuello y hombro. Según el padre de la menor, estaba deteniendo el auto cuando los oficiales dispararon, por lo que no tuvieron tiempo de protestar.
La Fiscalía brasileña ya solicitó el 15 de septiembre la detención de los tres agentes implicados, quienes indicaron que perseguían el vehículo porque estaba registrado como robado.
Sin embargo Lula da Silva, presidente de Brasil, condenó el tiroteo en un mensaje en X, antes Twitter, y dijo que la menor "murió por disparos efectuados por quienes se supone que protegen al pueblo".
"Esto simplemente no puede ocurrir", agregó.
Heloisa dos Santos Silva es la octava niña muerta a tiros este año en el área metropolitana de Río, según el grupo de vigilancia Fogo Cruzado, tres de ellas en operaciones policiales. Ante esto, el gobierno ya ha solicitado que se investigue los protocolos y acciones que ejercen los oficiales durante los supuestos operativos de orden, ya que violentan indiscriminadamente contra la ciudadanía, a tal punto de arrebatarles la vida.
MRG