BARCELONA. — La policía y manifestantes en la conflictiva región española de Cataluña chocaron este sábado al término de una multitudinaria protesta en Barcelona contra el encarcelamiento de nueve dirigentes separatistas implicados en la intentona independentista ilegal de 2017.
El nuevo brote de violencia estalló al cabo de una semana de tensa calma sin incidentes después de los seis días de disturbios nocturnos en Cataluña debido al veredicto del Tribunal Supremo que declaró culpables a 12 dirigentes catalanes de sedición y otros delitos. Esa agitación dejó unos 500 heridos, la mitad de ellos policías, y 200 arrestados.
Centenares de jóvenes, en su mayoría con el rostro cubierto, rodearon la sede de la policía nacional en el centro de Barcelona y lanzaron coloridas pelotas de plástico contra los agentes que vigilaban el lugar.
Cuando los inconformes cambiaron las pelotas por piedras y botellas, la policía nacional y refuerzos de la policía regional de Cataluña se les abalanzaron con porras y les dispararon balas de goma. Después de un momento caótico, los agentes lograron ampliar un perímetro mientras los manifestantes incendiaron contenedores de basura a mitad de las calles.
Los servicios de emergencia regionales informaron que 15 personas lesionadas en los enfrentamientos fueron atendidas, incluido un fotógrafo de The Associated Press que recibió un golpe en el rostro con una porra de la policía. La policía regional de Cataluña indicó que uno de sus agentes resultó lesionado de gravedad. Al menos una persona fue subida en una camilla y trasladada en una ambulancia.
En contraste con los hechos de violencia más graves registrados durante los disturbios de la semana pasada que duraron horas, el sábado el orden fue restaurado con relativa rapidez.
Horas antes, la policía de Barcelona afirmó que 350 mil personas se manifestaron pacíficamente en la capital regional, donde muchas agitaban banderas independentistas de Cataluña.
La movilización fue organizada por los principales grupos secesionistas que pretenden la creación de un nuevo Estado en el extremo noreste de España.
No se repitieron los incidentes de violencia en la protesta que atrajo a familias de diversas partes de esa acaudalada región.
“No podemos aceptar las condenas de nueve a 13 años impuestas (a los prisioneros) por defender la autodeterminación de los catalanes”, dijo la presidenta del grupo secesionista ANC, Elisenda Paluzie, durante la movilización pacífica.
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