SANTIAGO DE CHILE. — El secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo dijo desde Chile que el financiamiento chino al gobierno de Nicolás Maduro empeora la crisis que azota a Venezuela y criticó los lazos de Rusia con los líderes autoritarios de ese país, Nicaragua y Cuba.
Durante una breve visita a Santiago, Pompeo se reunió con el presidente chileno Sebastián Piñera y analizó entre otras cosas la grave situación que azota a Venezuela a sólo 48 horas de que los 14 países del Grupo de Lima se den cita en esta capital para tratar justamente ese tema.
En declaraciones que ofreció desde un centro de eventos, Pompeo dijo que China es un socio comercial importante de Estados Unidos, pero afirmó que cuando la nación asiática hace negocios en zonas como América Latina, a menudo inyecta “capital corrosivo”.
Agregó que el financiamiento de China al régimen de Maduro ayudó “a precipitar y prolongar la crisis en ese país” y que Maduro usó el dinero chino para “pagar a los amigos, aplastar a los activistas a favor de la democracia y financiar programas sociales ineficaces”.
Luego criticó a Rusia por su papel en Venezuela, Nicaragua y Cuba y dijo que Moscú “vende armas y difunde propaganda en esos lugares”.
Durante su encuentro de una hora con Piñera también abordaron temas bilaterales.
Poco antes de iniciar su gira, Pompeo dijo al Comité de Relaciones Exteriores del Senado que “estamos tratando de aportar a la coalición de 54 países y estamos tratando de que esos 54 países impongan sanciones que coincidan con las que impuso Estados Unidos” a Venezuela.
El presidente estadounidense Donald Trump aprovechó una visita a Washington de su homólogo brasileño Jair Bolsonaro a mediados de marzo para advertir con sanciones “muchos más duras” para Venezuela y reiteró que “todas las opciones están abiertas”.
El gobierno venezolano acusó a los mandatarios del Grupo de Lima de “hacer apología de la guerra” y aseguró que Estados Unidos prepara una invasión a su país.
Desde Chile Pompeo viajará a Paraguay, Perú y la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta, donde en febrero Guaidó intentó sin éxito que ayuda humanitaria ingresara Venezuela.
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