El 28 de diciembre se festeja el Día de los Inocentes, el cual tiene dos celebraciones que al parecer están relacionadas, siendo la primera de ellas cuando el cristianismo adoptó este día para honrar la memoria de los niños que murieron durante el mandato del rey Herodes.
Mientras que el segundo motivo, conocido en Latinoamérica como en España, es común hacerse bromas con la intención de engañar a la gente y hacerle saber que ha caído en una trampa por inocentes.
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A raíz de este último motivo, es usual que algunos medios de comunicación publiquen noticias falsas o exageradas, o que las personas llamen a sus amigos para contarles un suceso inexistente u otras mentiras para pasar un buen rato, cerrando con la frase “caíste por inocente” o “que la inocencia te valga”.
¿Por qué se hacen bromas en este día?
Este festejo está también relacionado con la “Fiesta de los Locos”, que tenía lugar en Francia, en medio de la celebración de Navidad y Año Nuevo, que consistía en música, baile, comida, bebidas e incluso disfraces.
Con el paso del tiempo, el ambiente se convirtió en hacer bromas, por lo que llegó a ser una tradición el hecho de intentar engañar a una persona.
Como anteriormente se mencionó, este día es dedicado a los niños que murieron por orden del rey Herodes I el Grande, que como cuenta la tradición, tenía el afán por evitar que el recién nacido Jesús de Nazaret viviera, por lo que envió dos soldados a matar a los menores de dos años que estaban en Belén.
La celebración de los Santos Inocentes no tiene relación con lo bromista, pero en la época romana, entre el 17 y 23 de diciembre se festejaban las Saturnales, fiestas en tributo a Saturno en la que decoraban las casas, encendían velas y se hacían regalos.
Y debido a que se celebraban los Santos Inocentes y esta fiesta pagana, se dice que la iglesia optó por juntar ambas para tranquilizar las locuras que se hacían en esta última. Por lo que de ahí nació hacer bromas, siendo la más popular en América Latina y España la del muñeco de papel pegado a la espalda, con el día que se dedicaba a los niños que murieron por orden de Herodes.
AA