El cargo de presidente de Estados Unidos es uno de los más influyentes a nivel global. Su duración está estipulada en la Constitución del país, y tiene implicaciones tanto nacionales como internacionales.
Aunque cada mandato es limitado, un presidente tiene la opción de buscar la reelección, lo que puede extender su influencia hasta ocho años.
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¿Cuánto tiempo dura el cargo de presidente en EE.UU.?
El mandato presidencial en Estados Unidos dura cuatro años. Este periodo comienza el 20 de enero, tras las elecciones presidenciales que se celebran en noviembre del año anterior. Durante estos cuatro años, el presidente se encarga de llevar adelante la política interna y externa del país.
La Constitución estadounidense, específicamente en la Enmienda 22, establece que un presidente puede ser reelegido una sola vez, permitiendo que se mantenga en el cargo por un máximo de dos periodos consecutivos, es decir, ocho años en total. Esta enmienda fue adoptada tras la presidencia de Franklin D. Roosevelt, quien fue reelegido para cuatro mandatos consecutivos.
El proceso de reelección implica que, tras los primeros cuatro años de mandato, el presidente debe postularse nuevamente y someterse al voto popular y al del Colegio Electoral, el sistema que define quién es el próximo mandatario. Si no logra la reelección, debe abandonar su cargo el 20 de enero siguiente, cuando su sucesor toma posesión.
¿Qué pasa si un presidente no completa su mandato?
Si un presidente no puede completar su mandato, por fallecimiento, dimisión o destitución, el vicepresidente asume el cargo de inmediato. En este caso, si el vicepresidente termina los dos primeros años del mandato original, puede postularse para dos mandatos adicionales. Si supera esos dos años, solo podrá postularse para un periodo más.
Este sistema busca garantizar la continuidad del gobierno, evitando vacíos de poder y asegurando que la nación siempre tenga un líder en funciones.
¿Cuáles son las excepciones a los dos mandatos presidenciales?
Aunque un presidente no puede ser elegido más de dos veces, existen situaciones excepcionales que pueden llevar a alguien a ejercer el cargo por más de ocho años. Un vicepresidente que asume la presidencia en el último tramo de un mandato puede buscar dos reelecciones. Sin embargo, ningún presidente en la historia ha servido más de diez años en total, que es el máximo permitido por la Constitución.
Con estas reglas, se pretende asegurar que el poder en la nación no se concentre por periodos prolongados, favoreciendo la alternancia política.
MQ