BAGDAD. — Estallaron protestas en Bagdad el domingo en contra del político designado como primer ministro por una coalición de partidos rivales.
Al mismo comenzaban a surgir grietas entre los manifestantes y los partidarios de un hermético clérigo chií que inicialmente apoyó las protestas pero ahora busca cuadrarse con el establishment luego que las élites apoyaron como primer ministro al candidato que él respaldaba.
Este domingo, el clérigo Muqtada al-Sadr llamó a sus seguidores en la capital y en el sur del país a reabrir las calles y restaurar la normalidad, lo que suscitó acusaciones por parte de los revoltosos de que al-Sadr los había traicionado para cobrar apoyo político.
El sábado Mohammed Alaui, ex ministro de comunicaciones de 66 años de edad, fue designado primer ministro. Tendrá que reemplazar al primer ministro saliente Adel Abdul-Mahdi, tras meses de negociaciones discretas entre diversos movimientos políticos.
Cientos de estudiantes expresaron su rechaza a Alaui en protestas en las plazas centrales de Bagdad y en el sur de Irak. Colgaban carteles con el retrato de Alaui tachado con una X en puentes y túneles que llevaban a la Plaza Tahrir, epicentro del movimiento de protestas.
“No queremos a Alaui porque es miembro de un partido, escogido por los partidos”, declaró Hadi Safir, uno de los manifestantes en la Plaza Tahrir. “Queremos a alguien independiente”.
Otros fueron más recatados, afirmando que prefieren esperar a ver si Alaui cumple su promesa de convocar a elecciones anticipadas.
Las autoridades iraquíes vaticinaron que Alaui enfrentará los mismos desafíos que su predecesor, que estuvo siempre presionado entre el movimiento Sairún de al-Sadr y el Fatá de Hadi al-Ameri.
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BAGDAD. — Estallaron protestas en Bagdad el domingo en contra del político designado como primer ministro por una coalición de partidos rivales.
Al mismo comenzaban a surgir grietas entre los manifestantes y los partidarios de un hermético clérigo chií que inicialmente apoyó las protestas pero ahora busca cuadrarse con el establishment luego que las élites apoyaron como primer ministro al candidato que él respaldaba.
Este domingo, el clérigo Muqtada al-Sadr llamó a sus seguidores en la capital y en el sur del país a reabrir las calles y restaurar la normalidad, lo que suscitó acusaciones por parte de los revoltosos de que al-Sadr los había traicionado para cobrar apoyo político.
El sábado Mohammed Alaui, ex ministro de comunicaciones de 66 años de edad, fue designado primer ministro. Tendrá que reemplazar al primer ministro saliente Adel Abdul-Mahdi, tras meses de negociaciones discretas entre diversos movimientos políticos.
Cientos de estudiantes expresaron su rechaza a Alaui en protestas en las plazas centrales de Bagdad y en el sur de Irak. Colgaban carteles con el retrato de Alaui tachado con una X en puentes y túneles que llevaban a la Plaza Tahrir, epicentro del movimiento de protestas.
“No queremos a Alaui porque es miembro de un partido, escogido por los partidos”, declaró Hadi Safir, uno de los manifestantes en la Plaza Tahrir. “Queremos a alguien independiente”.
Otros fueron más recatados, afirmando que prefieren esperar a ver si Alaui cumple su promesa de convocar a elecciones anticipadas.
Las autoridades iraquíes vaticinaron que Alaui enfrentará los mismos desafíos que su predecesor, que estuvo siempre presionado entre el movimiento Sairún de al-Sadr y el Fatá de Hadi al-Ameri.
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