Irak. La violencia que sacude en Irak desde hace una semana, con protestas antigubernamentales por todo el país, ha dejado ya un centenar de muertos y cinco mil 500 heridos, informó el doctor Ali al Bayati, director de la Comisión de Derechos Humanos de Irak, a través de Twitter.
Las manifestaciones, que exigen el fin del gobierno del primer ministro Adel Abdel Mahdi, han sido sofocadas fuertemente por las fuerzas de seguridad, que han arrestado a 399 personas. Bayati también afirmó que 98 edificios han sido afectados por las llamas.
La suerte del primer ministro iraquí se encuentra en manos del Parlamento, que negocia su dimisión, mientras manifestantes reclaman la "caída del régimen" tras 10 días de protestas, informó la emisora internacional de Alemania Deutsche Welle.
Las cifras fueron divulgadas en un comunicado por Bayati, quien precisó que la mayoría de las víctimas se produjeron en choques entre los manifestantes y guardias de seguridad de sedes de partidos políticos, y a causa del uso "excesivo" de gases lacrimógenos, porras y piedras.
Concentrados en la plaza Tahrir de Bagdad y en varias ciudades del sur, los manifestantes han desafiado el toque de queda en las últimas dos noches, vigilan las maniobras políticas y advierten que sólo aceptarán la salida del gobierno.
En la noche, el jefe de los paramilitares de Hachd al Shaabi en el Parlamento, Hadi al Ameri, que hasta entonces había apoyado a Abdel Mahdi, dijo "trabajar" con el influyente líder chiíta Moqtada Sadr, quien reclama desde inicios de octubre la dimisión del gobierno, que había ayudado a formar hace un año.
Este miércoles Sadr instó a Al Ameri a actuar, so pena de "transformar Irak en Siria o en Yemen", donde las protestas contra el gobierno desencadenaron una guerra civil, informó el canal de televisión qatarí Al-Jazeera.
El saldo total desde que arrancaron las manifestaciones el 1 de octubre, alcanzaría ya los 257 muertos y más de 10 mil heridos, en su inmensa mayoría civiles, según la Comisión de Derechos Humanos.
La situación de Abdel Mahdi, un independiente sin base partidista ni popular de 78 años, debe ser decidida en el parlamento, en sesión abierta hasta nueva orden. El Parlamento lo llamó el martes a comparecer "inmediatamente" para lo que podría convertirse en sesión de preguntas y luego en voto de desconfianza, según varios diputados.