Este 7 de octubre cumple 70 años el presidente ruso Vladimir Putin, sin embargo, a diferencia de otras ocasiones, el mandatario de Rusia no recibió felicitaciones de Occidente debido a la guerra que enfrenta con Ucrania desde el 24 de febrero. Sólo su familia y compañeros lo han felicitado.
El presidente alemán, Frak-Walter dijo que espera que Vladimir Putin “recapacite sobre su invasión a Ucrania” durante su cumpleaños. Mientras que el líder de Corea del Norte lo alabó, afirmando que Putin está creando una Rusia poderosa, pero Kim Jong-un fue de los pocos que en verdad felicitó al mandatario ruso.
Aun así, y pese al aislamiento internacional ruso tras la operación militar en Ucrania y a los recientes reveses militares en este país, Putin sigue soñando con la grandeza de Rusia y su rol preponderante en el orden mundial sin importan los comentarios de sus compañeros de puesto.
Putin en la historia de Rusia
Para muchos rusos de su generación, que cantaron odas a la gloria de la URSS, el fin de la Unión Soviética y su esfera de influencia en tres fatídicos años (1989-1991) permanece como una herida punzante.
Putin, entonces oficial de la KGB en Alemania Oriental, vivió la derrota de primera mano. Y, según se dice, sufrió las miserias que cayeron sobre tantos de sus compatriotas, obligado a regresar clandestinamente a Rusia.
En el año 2000, es elegido presidente y llega al Kremlin a los 47 años, reemplazando a un Boris Yeltsin ya en plena decadencia. Putin promete entonces amistad y cooperación con Occidente.
Pero la humillación y la indigencia de la antigua URSS contrastaban con el triunfalismo y la prosperidad de Occidente.
Eso lo convenció, según ha dicho, de que el fin de la URSS fue "la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX", pese a que aquel período sufrió también dos guerras mundiales.
Ello alimentó en él un deseo de revancha, mientras la OTAN y la Unión Europea (UE) se expandían para incorporar a los antiguos vasallos de Moscú.
Para el presidente ruso, su misión histórica era frenar la invasión de su zona de influencia. En nombre de la seguridad de Rusia, Ucrania se convirtió ya entonces en una línea roja.
Para llevar a cabo hasta el fin su misión, un plebiscito organizado en plena pandemia autorizó a Putin a mantenerse en el Kremlin hasta 2036, cuando cumpla 84 años, mientras la oposición ya está siendo erradicada y su principal detractor Alexei Navalni está encarcelado.
MRG