LA HABANA. En la primera gran manifestación política en Cuba desde que Raúl Castro entregó la presidencia a su protegido Miguel Díaz-Canel, ambos estuvieron juntos el martes supervisando la marcha del primero de Mayo en La Habana, en una demostración de continuidad y unidad.
El gobierno comunista se ha esmerado en destacar que la transición del 19 de abril no anuncia el cambio de una de las últimas economías dirigidas por el Estado y ni del sistema político de partido único, para frustración de algunos y alivio de otros.
Raúl Castro de 86 años, se retiró del gobierno pero sigue siendo el jefe del todopoderoso Partido Comunista.
Cientos de miles desfilaron al alba en la Plaza de la Revolución al ritmo de bandas de música, ondeando banderas cubanas y pancartas que decían "Unidos por nuestro socialismo" y "Viva Fidel" en referencia al difunto hermano mayor de Castro.
El 1 de Mayo es especialmente significativo en Cuba, que se considera una sociedad gobernada por trabajadores. Los autobuses recogen a las personas antes del amanecer para los mítines en las ciudades de todo el país y los manifestantes se organizan en bloques de vecinos, trabajadores y estudiantes.
Otros dicen que no se sienten motivados para celebrar el Día del Trabajo en Cuba por los bajos sueldos y el aumento de los precios. El salario estatal promedio es 30 dólares por mes. "Sin formalismos, te digo con sinceridad, no voy al desfile (...) Es lo mismo de todos los años y estamos igual o a veces peor", dijo Lucía, una maestra de escuela de 45 años que prefirió que no fuera publicado su apellido.