Los perros de raza corgi se volvieron un símbolo de la realeza en Inglaterra, ya que eran los favoritos de la reina Isabel II. Esta raza acompañó a la reina en eventos muy importantes para ella, como en su luna de miel con Felipe de Edimburgo y en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.
Cuando Isabel II cumplió 18 años sus padres le regalaron su primera perrita corgi llamada Susan que vivió de 1944 a 1959, la hembra dejó más de 14 generaciones de perritos con los que vivió y crió la reina.
Tanto era el amor de Isabel a su perrita que cuando Felipe de Edimburgo y ella se fueron de luna de miel se llevaron a Susan, años después cuando la perrita murió, se le designo una lapida especial que fue diseñada por la Reina Isabel.
El 21 de abril de 2018 murió Willow el último perrito del linaje de Susan.
En total fueron alrededor de 30 perros de esta raza que se criaron con la Reina Isabel, algunos de ellos fueron famosos por acompañarla en momentos de gran importancia, como los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Estos perros tenían su propia habitación en el palacio y dormían en cestas de mimbre elevado, esta tradición viene de la reina madre, madre de la Reina Isabel II, esto para evitar que les dieran corrientes de aire frío.
Los perritos comían carne de colibrí fresco, res, entre otros, estos alimentos eran preparados por un chef.
Cuando Isabel II cumplió 90 años dejó de criar Corgis, según medios internacionales, ella temía que se fueran a quedar huérfanos tras su muerte, sin embrago, en febrero de 2021, su hijo Andrés le regaló dos perritas Corgis para animarla durante la hospitalización de su esposo el príncipe Felipe que falleció el 9 de abril.
Sus últimos perros fueron Muick y Sandy quienes se quedarán a cargo del príncipe Andrés y de su ex esposa la duquesa de York Sarah.
MGB