Un repartidor de Uber Eats fue asesinado en Estados Unidos por un miembro de la pandilla MS-13. El cuerpo de la víctima lo localizaron en bolsas de basura y descuartizado.
El asesinato es calificado por la policía de Florida como “demoníaco”, sobre todo, por la manera en que hallaron el cadáver. El presunto responsable es Oscar Solís, de 30 años, dueño de la casa donde la víctima hizo su última parada de trabajo.
Según las autoridades, Solís pudo haber tratado de robar al repartidor de Uber para después asesinarlo.
“No voy a entrar en detalles sobre lo espantoso que fue este caso”, dijo el alguacil del condado de Pasco, Chris Nocco, citado por CNN.
Hasta el momento se desconoce si el presunto responsable tiene representación legal o deberán solicitar alguno. Sin embargo, ya han confirmado que Solís pertenece a la pandilla MS-13, conocida a nivel internacional por tráfico de drogas y personas.
¿Cómo sucedido el asesinato?
De acuerdo con medios internacionales, Randall William Cooke, la víctima de 59 años, le escribió a su esposa para avisarle que estaba por llegar a casa y que solo le quedaba una entrega por llevar.
Y esa fue la última vez que su esposa supo algo de él. La mujer lo reportó como desaparecido, pero gracias a los datos de GPS de Uber Eats pudieron dar con su ubicación, llegando hasta la puerta de Solís, donde también fue la última parada de Randall, según las autoridades.
En las cámaras de videovigilancia se puede observar cómo el presunto responsable sale horas después de la casa, cargando con otras personas bolsas de basura que dejan a un costado del domicilio. La carga parece pesada, ya que incluso llevaban las bolsas arrastrando contra el suelo.
Al indagar estas, los investigadores encontraron los restos humanos de Randall, así como su ropa y la sortija de matrimonio.
MRG