ESTADOS UNIDOS.- Otros 885 mil estadunidenses solicitaron por primera vez los beneficios del seguro de desempleo la semana pasada, el nivel más alto en tres meses, ya que las nuevas restricciones para combatir el resurgimiento de casos de coronavirus siguen presionando el mercado laboral.
Las solicitudes semanales de los beneficios del seguro aumentaron en 23 mil, desde 862 mil de la semana pasada. Los economistas esperaban que las solicitudes se moderaran a 800 mil. Esto vino junto con un aumento de 40 mil en solicitudes del programa federal de Asistencia por Desempleo de la Pandemia (PUA, por su sigla en inglés) a 455 mil 37, informó ayer el Departamento de Trabajo de Estados Unidos.
“Para poner estas cifras en perspectiva, antes del aumento repentino de la pandemia, el total semanal más alto de la historia fue de 695 mil en 1982”, dijo Joshua Shapiro, economista de la firma consultora Maria Fiorini Ramirez. El hecho de que las solicitudes “se sigan manejando a un nivel tan alto es una mala noticia”, agregó.
Había 5.51 millones de estadunidenses que recolectaban activamente la ayuda estatal para el desempleo hasta el 5 de diciembre, una disminución de 273 mil respecto a la semana anterior. Los economistas advirtieron que esto puede deberse a que se agotaban los beneficios de algunos trabajadores desempleados.
Si bien las cifras semanales pueden ser volátiles durante la temporada navideña, el número de solicitudes sigue siendo elevado. Aproximadamente 20.65 millones de personas están recibiendo algún tipo de beneficio por el seguro de desempleo a nueve meses de que comenzó la crisis en Estados Unidos.
Un resurgimiento de contagios y las nuevas restricciones impuestas por algunos estados perjudican la recuperación del mercado laboral y afectan a la economía estadunidense en general.
Los funcionarios esperan que las vacunas contra el covid-19, que comenzaron a administrarse en EU esta semana, ayuden a que la economía se consolide. Aun así, pueden pasar meses hasta que las vacunas se distribuyan ampliamente.
Hasta entonces, la carga de apuntalar la economía recae en la Reserva Federal y el Congreso. El miércoles pasado, la Fed se comprometió a seguir comprando deuda hasta que “se haya logrado un progreso sustancial” en la recuperación, pero sus acciones no alcanzaron las expectativas de medidas más contundentes. El presidente de la Fed, Jerome Powell, enfatizó una vez más que se necesita un estímulo fiscal para respaldar de manera más eficaz la economía en los próximos meses.
Los líderes del Congreso trabajan en pos de conseguir un paquete de estímulo de 900 mil millones de dólares, con una serie de medidas de ayuda que incluyen beneficios para los trabajadores independientes y de la economía de “chambas” que van a expirar a finales de mes, justo cuando se espera que las restricciones estatales exacerben las tensiones en el mercado laboral.
Las cifras de desempleo ejercen más presión sobre los legisladores para llegar pronto a una solución. Entre otras cuestiones, los republicanos quieren reducir los beneficios por desempleo para dar paso a una nueva ronda de controles de estímulo, mientras que los demócratas luchan por ambos.
“La recuperación laboral iba por buen camino antes de este aumento en los casos de covid, que provocó que se diera un giro para empeorar”, dijo Thomas Simons, economista de Jefferies.
mvls