Un barco de rescate con 60 migrantes a bordo llegó al puerto de Barcelona, en el noreste de España, tras ser rechazado por Italia y Malta. Fue la segunda vez en un mes que una ONG se ve obligada a viajar durante días para llevar a tierra a personas rescatadas en el Mediterráneo central.
El gobierno italiano está bloqueando la llegada a puerto de buques de rescate privados a los que culpa de alentar a los traficantes de personas a lanzar embarcaciones llenas de migrantes y que no son aptas para navegar hacia Europa.
Las ONGs niegan cualquier posible vinculación con traficantes en Libia o en otras zonas y dicen que se ven obligadas a dejar a personas desatendidas en la concurrida y peligrosa ruta marítima, donde las muertes de migrantes van en aumento.
El barco Open Arms, de la ONG española Proactiva Open Arms, atracó en el puerto de Barcelona tras cuatro días de navegación luego de rescatar a 60 personas que intentaban cruzar el Mediterráneo a bordo de una balsa neumática en aguas al norte de libia.
Los migrantes proceden de 14 países y entre ellos hay cinco mujeres, un niño de 9 años y cuatro adolescentes, algunos de los cuales viajan solos. Los rescatados gozan de buena salud pero alguno podría tener quemaduras por combustible, apuntó la organización.
El grupo se someterá a controles médicos y a procedimientos de identificación. Las autoridades les han concedido un permiso de 30 días para que puedan solicitar la residencia o solicitar asilo en la Unión Europea. Muchos de ellos tienen familiares en Alemania, Bélgica y Francia.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 500 personas han pedido la vida en el Mediterráneo desde que el Aquarius, otro buque de rescate, no recibió permiso para atracar en los puertos de Italia y Malta a mediados de junio. Los 630 migrantes llegaron al puerto de Valencia, en el este de España, y algunos de ellos fueron aceptados por Francia.
Para Médicos Sin Fronteras, la muerte de migrantes en el Mediterráneo se debe a la inacción de la Unión Europea.
"La UE está renunciando a su responsabilidad de salvar vidas, bloqueando la búsqueda y rescate y condenando a las personas atrapadas en Libia”, dijo la ONG en un tuit el miércoles. "Cualquier muerte causada por este motivo está ahora en sus manos”.
De acuerdo con los datos de la OIM, mil 405 personas han pedido la vida intentando cruzar el Mediterráneo en lo que va de año.