Antes lo rumores de un nuevo descubrimiento de oro, decenas de embarcaciones de excavado con mineros ilegales a bordo se encontraban navegando en búsqueda del mineral por el río Madeira, uno de los más importantes de la Amazonía brasileña, declaró la organización ecologista Greenpeace.
La rama local de Greenpeace mencionó que las recientes historias sobre un hallazgo de oro que se encuentra cerca de la comunidad de Rosarinho, en Autazes, hizo que varias balsas mineras de oro y acarreadores descendieran por el río Madeira con la finalidad de encontrar el mineral.
El diario local O Estado de Sao Paulo, confirmando fuentes del Ministerio de Justicia, dijo que la Policía Federal estaba alistando un operativo para detener a las más de 300 embarcaciones ocupadas en la extracción ilegal de oro en el río Amazonas, al noroeste del estado de igual nombre.
Greenpeace señaló que a pesar de que esta es una actividad clandestina de conocimiento general en esta área, el movimiento irregular de esta zona del municipio que se encuentra a aproximadamente 100 kilómetros de la ciudad de Manaos, llamó la atención de los pobladores, que demandó mayor rapidez a las autoridades para parar lo que se considera como un crimen ambiental.
Por su parte, la superintendencia de la Policía Federal en Amazonas, indicó al periódico Estadão, que se están llevando a cabo conversaciones interinstitucionales para determinar el desarrollo de acción. Además, un audio publicado por ese medio y enviado a un minero ilegal, señala que ya saben de la acción policial: “está saliendo un convoy de Manaos”, aclara una voz masculina.
Entre 2019 y 2020 en Brasil, se descubrió que en julio el 34 por ciento de las 174 toneladas de oro explotado, cuentan con una procedencia ilegal, de acuerdo a un informe de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) junto al Ministerio Público Federal (MPF).
AA