Rusia acusó a Ucrania de tratar de asesinar al presidente Vladimir Putin, luego de que durante la noche del 2 de mayo, los rusos derribaron al menos dos drones que tenían como objetivo el Kremlin.
Moscú confirmó que los aparatos fueron desactivados por sus servicios especiales con radares electrónicos. Putin no estaba en el Kremlin en el momento del supuesto ataque, según Dmitry Peskov, secretario de prensa del presidente ruso.
Peskov también confirmó que no hubo daños materiales en los edificios que sirven de sede a la presidencia de Rusia.
Por su parte, el gobierno de Ucrania negó cualquier vinculación con los hechos y ha respondido que está ocupado en liberar su territorio de las fuerzas rusas y no en planear ataques. Incluso, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, negó cualquier implicación de su país en una tentativa de asesinato de su homólogo ruso.
“No hemos atacado a Putin. Esa será una tarea de los tribunales. Nosotros luchamos en nuestro territorio, estamos defendiendo nuestras aldeas y ciudades”, declaró Zelenski en una conferencia de prensa en Helsinki, capital de Finlandia, tras participar en una cumbre con los dirigentes de los países nórdicos.
Estados Unidos mencionó este 3 de mayo que toma con mucho cuidado las declaraciones de Rusia, que confirmó haber derribado dos drones ucranianos que tenían como objetivo el Kremlin.
“Vi la información. No puedo validarla, no lo sabemos (…) Tomaría cualquier cosa que salga del Kremlin con mucho cuidado”, dijo el jefe de la diplomacia estadunidense, Antony Blinken, en un evento en Washington.
El consejero presidencial, Mijailo Podoliak, declaró en Kiev que Ucrania no tuvo nada que ver con los ataques con drones contra el Kremlin. “Ucrania no ataca al Kremlin porque, por empezar, eso no resuelve ningún problema militar”.
“Esas informaciones presentadas por Rusia tiene que ser consideradas únicamente como un intento para preparar un contexto (…) a un ataque terrorista a gran escala en Ucrania”, explicó Podoliak.
AA