Ataques contra ciudades ucranianas entre la noche de domingo y la mañana de lunes dejaron un muerto en Odesa (sur) y cuatro en Donetsk (este), informaron las autoridades locales, tras una escalada de violencia entre Rusia y Ucrania.
Denis Pushilin, jefe de la administración de Donetsk designada por Moscú, informó de un saldo inicial de "13 heridos y cuatro muertos" en la ciudad del este ucraniano bajo control ruso, mientras que el gobernador de Odesa, Oleg Kiper, reportó en Telegram que "una persona murió por un ataque enemigo".
"En respuesta a este acto terrorista, las fuerzas armadas rusas atacaron los centros de decisión e instalaciones militares" en Járkov, declaró el domingo el ministerio ruso de Defensa.
Horas después, las autoridades reportaron "13 heridos y cuatro muertos" en un ataque contra la ciudad de Donetsk, bajo control ruso en el este de Ucrania.
Otra persona murió en un ataque en el puerto sureño de Odesa, según el gobierno local.
A su vez, el gobernador de la región de Járkov, Oleg Sinegoubov, aseguró que los cohetes alcanzaron el sábado por la noche un hotel, edificios residenciales, clínicas y hospitales, hiriendo a 28 personas.
Entre ellos había dos adolescentes y un británico, asesor de seguridad de un equipo de periodistas alemanes, según las autoridades ucranianas.
Rusia reconoció haber atacado un "antiguo complejo hotelero", el Palacio de Járkov, pero afirmó que allí se encontraban miembros de la inteligencia militar y de las fuerzas armadas ucranianas "implicados" en el atentado de Belgorod, así como "mercenarios extranjeros".
Acusaciones calificadas de "engaño retorcido" por la inteligencia militar ucraniana, que dijo que ninguno de sus empleados había resultado herido.
Moscú sigue negando haber atacado a civiles en Ucrania.
MQ