El Papa Francisco ha pasado una noche tranquila y sin necesidad de ventilación mecánica tras la crisis bronquial que sufrió en días anteriores, según informó la Oficina de Prensa del Vaticano este 3 de marzo.
A pesar de que su estado de salud sigue siendo "complejo" y con "pronóstico reservado", las fuentes vaticanas aseguran que el pontífice, de 88 años, se encuentra estable y en evolución natural.
Estado de salud del Papa Francisco hoy 3 de marzo
El Papa fue hospitalizado el pasado 14 de febrero en el Hospital Gemelli de Roma debido a una bronquitis con infección polimicrobiana, que luego derivó en una neumonía bilateral. Aunque su estado clínico sigue siendo delicado, en el último parte médico se destacó que Francisco se encuentra sin fiebre y sólo requiere oxigenoterapia de alto flujo a través de cánulas nasales.
El Vaticano informó que el episodio de broncoespasmo sufrido el pasado viernes no ha dejado consecuencias directas, pero el riesgo de complicaciones sigue presente. Sin embargo, esta mañana, tras despertarse, el Papa pudo desayunar y continuar con su tratamiento diario. Se espera un nuevo informe médico en el transcurso del día.
Papa Francisco recibe visitas de cardenal y arzobispo venezolano
Hasta el momento, el Vaticano ha decidido no publicar imágenes del pontífice, indicando que sólo lo harán cuando su estado de salud se estabilice aún más.
Mientras tanto, el Papa ha recibido la visita del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado vaticano, y del arzobispo venezolano Edgar Peña Parra, sustituto de la Secretaría de Estado.
Papa Francisco agradece a personal médico que lo atiende en el hospital
Por tercer domingo consecutivo, Francisco no pudo dirigir en persona el tradicional rezo del Ángelus, aunque su mensaje fue difundido por la Santa Sede. En su escrito, el Papa agradeció a los médicos y trabajadores sanitarios por los cuidados recibidos y expresó su gratitud a los fieles que han estado rezando por su recuperación.
"Mando estos pensamientos todavía desde el hospital, donde cómo saben estoy desde hace varios días, acompañado por médicos y trabajadores sanitarios, a quiénes doy las gracias por la atención con la que me cuidan.
Siento en el corazón la bendición que se esconde dentro de la fragilidad. Doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de compartir en cuerpo y espíritu la difícil situación de tantos enfermos y personas que sufren", escribió.
Mientras su estado de salud sigue en observación, el mundo católico permanece atento a la evolución del Pontífice, esperando su pronta recuperación.
AFV