Un informe final de las autoridades estadounidenses reveló que el submarino Titán implosionó, cobrando la vida de sus cinco ocupantes, debido al incumplimiento de protocolos básicos de seguridad por parte de la compañía propietaria, OceanGate.
El sumergible, que se hundió en 2023 mientras exploraba los restos del Titanic, no había sido sometido a las pruebas y mantenimientos adecuados, una falla que los investigadores señalan como la causa principal del desastre.
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El 18 de junio de 2023, el pequeño sumergible de 6.5 metros de eslora se adentró en el océano con cinco personas a bordo, entre ellos el jefe de OceanGate, Stockton Rush, y el científico francés Paul-Henri Nargeolet. Apenas siete horas después de iniciar su travesía, el submarino implosionó, resultando en la muerte inmediata de todos sus tripulantes.
¿Qué determinó la Guardia Costera sobre el submarino?
El informe de la Guardia Costera estadounidense destaca que el "incumplimiento de los protocolos de ingeniería establecidos para la seguridad, las pruebas y el mantenimiento" de la empresa fue el "factor causal principal" del accidente.
Además, la investigación reveló que OceanGate operaba en un ambiente laboral "tóxico", donde se utilizaban despidos y presión para silenciar las preocupaciones de seguridad de empleados y contratistas. La empresa suspendió sus operaciones tras el accidente en 2023.
Según el análisis de los restos, hallados a casi 4,000 metros de profundidad, se identificaron fallos en el diseño del casco de fibra de carbono, los cuales debilitaron su estructura.
La compañía había utilizado el Titán a pesar de haber registrado una serie de incidentes que afectaron el casco y otros componentes, sin realizar las inspecciones adecuadas.
Los pasajeros, que pagaron 250,000 dólares cada uno por la expedición, se dirigían a visitar el famoso transatlántico naufragado, una de las mayores catástrofes marítimas del siglo XX.
LG