REINO UNIDO.- ¿Qué es lo peor que te puede ocurrir mientras descansas en tu cama mientras disfrutas una película en Netflix? Al parecer nada grave, pero Natalie Kunicki, una paramédica australiana que vive en Reino Unido, podría asegurar otra cosa.
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El pasado 4 de marzo, la joven de 23 años se encontraba acostada junto a una amiga viendo una película luego de haber bebido un par de tragos. En medio de su flojera, se estiró un poco y fue cuando, según cuenta, escuchó un crujido dentro de su cuerpo; cuando quiso levantarse para ir al baño, se percató de que le resultaba difícil moverse. Apenas intentó ponerse de pie, cayó al suelo pues sus piernas no le respondían.
Aunque en un primer momento la joven se alarmó, decidió no llamar a emergencias, pues consideró que estaba ebria. Luego de que su situación se prolongó durante varios minutos más, decidió finalmente llamar al médico.
Al llegar a un hospital de Londres, los médicos la revisaron y le informaron que, debido a su estiramiento, una arteria en el cuello se le había reventado, lo que le ocasionó un coágulo de sangre en el cerebro.
La joven narró que luego de 15 minutos de que escuchó crujir su cuello, "me levanté e intenté caminar hacia el baño y me balanceaba por todas partes. Miré hacia abajo y me di cuenta de que no estaba moviendo la pierna izquierda y luego me caí al suelo. Mi amiga tuvo que venir a recogerme. Pensé que estaba borracha, pero sabía que algo más estaba mal".
Tras ser atendida en el hospital, Natalie Kunicki ya se encuentra en proceso de recuperación. Los médicos esperan que recupere la movilidad en un período de entre seis y 12 meses.
IHL