Los rescatistas han extraído a más sobrevivientes de entre los escombros que dejó el sismo del 6 de febrero que arrasó áreas de Turquía y Siria, pese a que las posibilidades de hallar a personas con vida se terminan velozmente.
Suleyman Soylu, ministro turco del Interior, actualizó el número de fallecidos en el país a 39 mil 672, lo que hizo que la cifra total de víctimas mortales en Turquía y Siria subiera a 43 mil 360.
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Existe la posibilidad de que la cifra continúe incrementando a medida que los socorristas recuperen más cadáveres entre la devastación. El potente terremoto de magnitud 7,8 se convirtió en la catástrofe más letal de la historia moderna de Turquía.
Este 17 de febrero, los rescatistas sacaron a un sobreviviente de entre los escombros de un edificio en el distrito de Defne, en la provincia de Hatay, tras más de 11 días desde que se generó el sismo.
Hakan Yasinoglu, de 45 años, pasó 278 horas debajo de los escombros, según la agencia de noticias estatal turca Anadolu. Las imágenes de televisión mostraban cómo lo llevaban en camilla hasta una ambulancia.
Los equipos de búsqueda que trabajaron durante la noche también hallaron a una mujer y dos hombres vivos entre los escombros del terremoto. Y los rescates más recientes se generaron cuando los equipos comenzaron a quitar los escombros en las ciudades arrasadas por el terremoto.
Neslihan Kilic, de 29 años, madre de dos hijos, fue sacada de entre los escombros de un edificio en Kahramanmaras, después de estar atrapada durante 258 horas, de acuerdo a la agencia privada de noticias DHA el 16 de febrero.
En la ciudad de Antioquía, los equipos de rescate de la policía localizaron vivo a Osmán, de 12 años, tras haber retirado 17 cadáveres de un edificio caído.
“Justo cuando ya no teníamos esperanzas, llegamos a nuestro hermano Osmán a las 260 horas”, mencionó el jefe de equipo, Okan Tosun, a DHA.
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Luego de una hora, los socorristas arribaron hasta dos hombres atrapados en un hospital derrumbado en Antioquía. Uno de ellos, Mustafa Avci, usó el teléfono celular de un rescatista para llamar a su hermano y preguntar por sus familares.
“¿Han sobrevivido todos? Déjame oír sus voces”, preguntó Avci.
AA