En Turquía y Siria siguen rescatando a las personas sobrevivientes tras el terremoto que azoto ambos países el 6 de febrero. Hasta el momento suman más de 12 mil muertos por la catástrofe, que podría catalogarse uno de los peores del mundo en años.
Durante dos días y dos noches desde el sismo de magnitud 7.8, miles de socorristas trabajan en temperaturas gélidas para encontrar a sobrevivientes bajo los edificios derrumbados a ambos lados de la frontera.
El responsable de la Media Luna Roja turca, Kerem Kinik, advirtió que las primeras 72 horas eran críticas en las labores de rescate, pero señaló que estas se veían entorpecidas por las "severas condiciones meteorológicas".
Aun así, los trabajadores de emergencia pudieron salvar el miércoles a varios niños encontrados bajo un bloque colapsado en Hatay, donde municipios enteros desaparecieron.
"De repente oímos voces (...) Inmediatamente oímos las voces de tres personas al mismo tiempo", dijo el socorrista Alperen Cetinkaya. "Esperamos más de ellos (...) las opciones de sacar gente con vida aquí son muy altas", agregó.
El saldo provisional de la tragedia se eleva ya a más de12 mil personas muertas.
En Turquía, donde se declararon siete días de luto y un estado de emergencia de tres meses en las provincias más castigadas, el número de muertos va en 9 mil 057, según las autoridades.
En Siria, país castigado por más de una década de guerra civil, el balance llega a 2 mil 992 muertos, según el balance del gobierno de Damasco y de los equipos de protección civil en las zonas rebeldes.
El jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo que el tiempo se agota para los miles de heridos y desaparecidos entre los escombros.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que visitó la provincia de Hatay, el miércoles "deficiencias" en la respuesta al terremoto y dijo que "es imposible estar preparado para una catástrofe así".
Ayuda internacional
La ayuda a Siria es una cuestión delicada para numerosos países occidentales. Aunque está sancionado por Bruselas, el gobierno de Bashar al Asad hizo llegar una petición formal de ayuda a la Unión Europea, indicó Janez Lenarcic, el comisario comunitario de Gestión de Emergencias.
Por ahora, Siria cuenta principalmente con la ayuda de Rusia, su aliado. En Alepo, soldados rusos salvaron un hombre de los escombros en la noche del martes al miércoles, indicó el ministerio ruso de Defensa.
"Dejen de lado la política y permitan que realicemos nuestra tarea humanitaria", dijo a AFP un alto responsable de Naciones Unidas, urgiendo al gobierno de Siria a facilitar la entrega de ayuda humanitaria en las zonas bajo control rebelde.
En las zonas más afectadas de Turquía, los comercios estaban cerrados, no había calefacción por el corte de las líneas de gas y encontrar petróleo era complicado.
También, para muchos, era difícil encontrar esperanza. "Mi sobrino, mi cuñada y la hermana de mi cuñada están en los escombros. Están atrapadas bajo las ruinas y no hay señales de vida", decía Semire Coban, profesora en Hatay.
Decenas de países, desde China a Estados Unidos pasando por Ucrania o Emiratos Árabes Unidos, prometieron ayuda a Ankara, y la Unión Europea anunció una conferencia de donantes a principios de marzo en Bruselas.