Un recluso de Texas que asesinó a una agente inmobiliaria en 2006 fue ejecutado el 17 de agosto, en la segunda condena de muerte cumplida este año en el estado sureño de Estados Unidos, informaron las autoridades.
Kosoul Chanthakoummane, de 41 años, fue hallado culpable de matar a Sarah Walker, cuyo cuerpo fue encontrado por la policía en una casa cerca de Dallas, con graves golpes y más de 30 heridas ocasionadas con arma blanca
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Aunque testigos vincularon a Chanthakoummane con la escena del crimen y su ADN fue detectado en las uñas de Walker y en otros sitios, el reo mantuvo su inocencia.
Intentó apelar su sentencia de muerte múltiples veces, argumentando que su vínculo con la evidencia no era científicamente acertado.
Algunos de los testigos han sido sometidos a hipnosis por parte de la policía para intentar que recordasen más información.
Sin embargo, las cortes de apelación fallaron en última instancia que había suficiente evidencia para vincular al hombre con la escena del crimen y no revocaron la sentencia.
En su declaración final, compartida con la AFP por el Departamento de Justicia Criminal de Texas, Chanthakoummane se dirigió a la familia de Walker: "Rezo para que mi muerte les traiga paz".
Su madre, originaria de Laos, estuvo presente en la ejecución, según le confirmó un portavoz del departamento de justicia estatal.
Algunas organizaciones que están en contra de la pena de muerte se manifestaron en favor de eliminar esto contra Kosoul, pues incluso estas aseguraban que hubo irregularidades en el caso de Chanthakoummane, por lo que no tenían bases sólidas para que lo ejecutaran, sin embargo, no consiguieron tener éxito.
Texas, conocido por ser uno de los estados en Estados Unidos con el mayor número de ejecuciones, cumplió la sentencia de muerte a tres reclusos en 2021, según datos del departamento.
Tres presos más están programados para ser ejecutados este año, para un total de cinco en 2022.
MQ