Una vacuna de Texas aprobada en diciembre del año pasado para su aplicación en la India podría ser útil para solucionar uno de los problemas más graves de la salud pública mundial, así como suministrar una vacuna contra covid-19 eficiente, eficaz y asequible a los países de bajos ingresos.
Esta vacuna denominada CORBEVAX utiliza tecnología de vacunas anteriores autorizadas y se puede fabricar con mayor facilidad que gran parte de otras vacunas contra covid que se usan hoy en día.
El doctor Keith Martin, director ejecutivo del Consorcio de Universidades para la Salud Global en Washington, explicó que CORBEVAX cambiaría las reglas del juego, ya que permitiría que los países de todo el mundo, especialmente en los países de bajos recursos, puedan producir estas inmunizaciones y distribuirlas de manera sencilla, eficiente y factible.
CORBEVAX cuenta con una historia de hace dos décadas, Peter Hotez y Maria Elena Bottazzi, quienes eran investigadores médicos de la Universidad George Washington, trabajaron con vacunas y tratamientos para las enfermedades tropicales desatendidas, como la esquistosomiasis y la anquilostomiasis.
Cuando se desató la cepa de coronavirus conocida como SARS en 2003, optaron por abordar esta enfermedad. Después se mudaron a Houston para afiliarse al Baylor College of Medicine y al Texas Children’s Center for Vaccine Development, y crearon una vacuna candidata usando tecnología de subunidades de proteínas. Esta vacuna parecía prometedora, sin embargo, luego del brote de SARS se debilitó, ya que si no hay evidencia de enfermedad, no es necesaria una inyección.
Una vez que se desencadenó el covid-19 a través de una nueva cepa, Hotez y Battazzi pensaron que podrían intentar volver a usar su antigua tecnología y modificarla para utilizarla contra este virus. Por lo que recurrieron a organizaciones filantrópicas privadas.
Mediante ensayos clínicos se demostró que CORBEVAX funcionaría. Un reciente estudio realizado en la India en el que participaron tres mil voluntarios, se descubrió que la vacuna es 90 por ciento efectiva para prevenir la enfermedad provocada por la cepa original del covid-19 y 80 por ciento contra la variante delta. Hasta el momento, se continúa probando contra ómicron.
Un inconveniente de la tecnología CORBEVAX es que no se puede modificar tan rápido como con las vacunas de ARNm para adaptarse a nuevas variantes, lo que obliga a funcionarios de salud pública a tomar decisiones difíciles.
Por último, Peter Hotez se encuentra trabajando para desarrollar tecnologías que sean capaces de modificar con facilidad la tecnología de CORBEVAX, además espera que esta vacuna marque el comienzo de un mejor futuro para el mundo.
AA