El hombre que falleció después de la captura de rehenes en una sinagoga ubicada en Colleyville, Texas, fue reconocido por el FBI como Malik Faisal Akram, un británico de 44 años de edad. Estados Unidos y Gran Bretaña cualificaron este incidente como un acto de terrorismo.
Los cuatro rehenes (entre ellos un respetado rabino local, Charlie Cytron-Walker) fueron liberados el 15 de enero durante la noche después de 10 horas de secuestro.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos, confirmó que el suceso fue un acto de terrorismo en torno a alguien que fue detenido hace 15 años y ha permanecido en prisión durante 10 años, de acuerdo a información de versiones de prensa, las cuales sugieren que el secuestrador exigía la liberación de la científica pasquistaní Aafia Siddiqui, quien fue condenada por terrorismo a 86 años de cárcel.
Por su parte, la ministra de Exterior del Reino Unido, Liz Truss, también calificó este incidente como un acto de terrorismo y antisemitismo en un comentario de Twitter.
De acuerdo a un comunicado de la oficina del FBI de la localidad, se mencionó que no existe un indicio acerca de una segunda persona involucrada en el ataque realizado en Colleyville. Sin embargo, han estado en contacto con diferentes pistas del FBI que implican Tel Aviv y Londres. Hasta el momento, la policía no aclaró si el equipo de asalto mató a Akram o si se suicidó.
Cabe señalar que Siddiqui es la primera mujer en la que Estados Unidos sospecha que hay relaciones con Al Qaida, y su razón es célebre en Pakistán, así como en los círculos yihadistas del sur de Asia. Fue arrestada en Afganistán en 2008, dos años después fue condenada por un tribunal de Nueva York por intentar matar a oficiales estadounidenses. Al día de hoy se encuentra recluida en una cárcel de Fort Worth, Texas.
Por otro lado, el abogado de Siddiqui afirmó que ella no tuvo ninguna implicación con el ataque realizado en la sinagoga de Colleyville. El agente especial del FBI, Matt DeSarno, no confirmó las demandas del sospechoso, sin embargo, aclaró que estaban enfocadas en una situación que no era específicamente una amenaza para la comunidad judía.
En su momento, el enfrentamiento implicó un aproximado de 200 agentes de la ley locales, estatales y federales, que se concentraron en alrededor de la Congregación Beth Israel en Colleyville. Una transmisión en vivo de la página de Facebook de la congregación durante el servicio matinal del Sabbat, parecía capturar la voz alta de un hombre, aunque no mostraba la escena al interior de la sinagoga.
En dicha transmisión se podía apreciar que el hombre pedía que pusieran a su hermana al teléfono. El secuestrador se encontraba armado y confirmó que tenía bombas en varios lugares, sin embargo, esto no ha sido verificado. Uno de los rehenes fue liberado al principio del enfrentamiento después de horas de negociaciones.
Los reporteros que se encontraban cerca aseguraron haber escuchado una detonación de lo que probablemente había sido una granada de fragmentación usada como distracción, además de disparos.
Ellien Smith, una integrante de la congregación que creció asistiendo a esa sinagoga, declaró que la situación era horrorosa, sin embargo, expresó que no era sorprendente que la crisis se genere en una comunidad judía, ya que últimamente han incrementado los casos de antisemitismo, especialmente debido a que desde que los judíos andan sobre el mundo, han sido perseguidos.
Este ataque despertó la preocupación entre la comunidad judía, ya que el ministro Naftali Bennett aseguró supervisar de cerca la situación. Por su parte, las sinagogas de distintas ciudades de Estados Unidos incrementaron la seguridad luego del atentado, no obstante, las autoridades dijeron que no estimaban que el incidente formara parte de una amenaza global.
AA