Este miércoles, primero de septiembre, en Texas, Estados Unidos, entró en vigor la “ley del latido del corazón” que prohíbe el aborto después de seis semanas de gestación, sin excepciones por violación o incesto. El nombre de esta ley está relacionado con que por lo general un latido fetal, suele darse alrededor de la sexta semana de embarazo.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó esta ley como “radical”, pues algunas mujeres no son conscientes de estar embarazadas antes de la sexta semana. También prometió defender el derecho constitucional de las estadounidenses al aborto.
Por su parte, la Corte Suprema de Estados Unidos declinó pronunciarse ante una solicitud de emergencia para frenarla, por lo que la iniciativa para penalizar el aborto después de la sexta semana se convirtió en ley.
Anteriormente ya habían existido iniciativas de este tipo en diversos estados, sin embargo habían sido bloqueadas en los tribunales.
Sin apoyo federal
Ante la entrada en vigor de la “ley del latido del corazón”, el presidente Joe Biden recordó el histórico fallo de la Corte Suprema de 1973 que estableció el derecho al aborto en Estados Unidos. "Esta ley radical de Texas viola descaradamente el derecho constitucional establecido en el Roe v. Wade y mantenido como precedente durante casi medio siglo", compartió a través de un comunicado.
Nancy Pelosi, presidenta demócrata de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, calificó este hecho como “una catástrofe para las mujeres en Texas".
Estadísticas
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) señaló que aproximadamente, entre el 85 y el 90 por ciento de las personas que se someten a un aborto en Texas, tienen mínimo seis semanas de embarazo; protestaron que esta ley significa prohibir casi todos los abortos en el estado.
La ACLU también criticó que esta ley "crea un esquema de cazarrecompensas” porque cualquier persona puede demandar a otra que crea que haya abortado.
Cabe señalar que el máximo tribunal de Estados Unidos cuenta con una mayoría conservadora de seis a tres en el panel de nueve miembros. Esto por la administración que consolidó el expresidente republicano, Donald Trump.
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