La mañana del 24 de mayo, Salvador Ramos, joven que recién cumplia 18 años inició un tiroteo en una escuela primaria ubicada en la ciudad de Uvalde, en Texas, dejando un saldo de 21 muertos, entre los que se encontraban 19 niños y dos maestros.
El agresor era descrito como un joven que sufría bullying durante un tiempo, además que contaba con un historial de autolesiones.
Ramos había cumplido los 18 años el 16 de mayo, y compró lo que sería su primer rifle al día siguiente, tres días después consiguió su segunda arma de fuego, aparte de 375 rondas de municiones.
Atacó a su familia
La mañana del 24 de mayo, antes del tiroteo, Ramos disparó contra su abuela, misma que visitaba en ocasiones. Posterior a esto se marchó y la mujer fue atendida de gravedad por el impacto de bala, que de hecho fue trasladada en avión debido a lo drástico de la herida hasta un hospital en las cercanías de San Antonio, a 130 km de Uvalde, ciudad donde ocurrió el tiroteo.
Después de esto, desde la casa de su abuela condujo en su camioneta de modelo Ford color gris hasta la primaria Robb, misma que albergaba al menos 500 alumnos de segundo al cuarto grado y que tenían entre siete a diez años. De hecho, solo les quedaban tres días de clases a los niños para salir de vacaciones de verano.
El arribo a la escuela
La camioneta en la que se transportaba Salvador cayó accidentalmente en una alcantarilla, justo detrás de la escuela, por lo que el ruido que generó llamó la atención de los vecinos de esa zona.
Unas mujeres que trabajaban en un negocio cercano al percatarse de esto acudieron a donde estaba la camioneta de Ramos para intentar ayudarlo, pero este abrió fuego contra ellas, sin lograr impactarles algún tiro.
Posterior a esto, Salvador corrió hasta las instalaciones de la escuela vestido de negro, con un chaleco táctico y armado con un rifle semiautomático.
Inicia el tiroteo
El tiroteo comenzó alrededor de las 11:30 horas de Texas.
Ramos logró ingresar a un salón de cuarto grado donde abrió fuego contra los niños y maestros que se encontraban dentro del mismo; todas las víctimas del tiroteo fueron asesinadas en este salón de clases.
Intervención de la Policía
Los primeros oficiales en llegar a la primaria estaban atendiendo un reporte de de un vehículo accidentado, cerca de la primaria Robb, por lo que al escuchar las detonaciones se dirigieron al lugar de los hechos para verificar qué era lo que sucedía.
Ramos logró darle a dos policías en el tiroteo, ya que después de asesinar a los menores y la maestra se atrincheró dentro del salón.
Llegan los refuerzos
Al ser heridos dos policías, que ya estaban en el lugar comenzaron a romper ventanas y a evacuar a niños y maestros.
Más fuerzas de seguridad llegaron a la escena del tiroteo, incluidos agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, que tiene una oficina en esta ciudad ubicada a solo 100 km de la frontera con México.
Marsha Espinoza, vocera del Departamento de Seguridad Interior (DHS) de Estados Unido aclaró que la Policía se enfrentó a tiros contra Salvador, además, explicó que los agentes del orden se interpusieron entre el atacante y los niños en el lugar para desviar la atención del atacante de las posibles víctimas.
Acabó el tiroteo
Salvador Ramos duró aproximadamente 30 minutos desde que inició el tiroteo y se enfrentó a los policías, mismos que consiguieron abatir al agresor.
Al final, se registraron 22 personas muertas, 19 niños, dos maestras y el tirador.
Víctimas del agresor
Las autoridades no han divulgado los nombres de las víctimas, pero ya ha emergido información de ellas por parte de sus familias.
Uziyah Garcia tenía apenas 8 años y era “el niño más lindo que he conocido”, dijo su abuelo Manny Renfro, recordando cómo el joven ya era capaz de dominar los patrones de pases de fútbol americano.
Con el año escolar a punto de terminar, Xavier Javier López, de 10 años, había estado esperando nadar durante el verano, comentó su prima Lisa Garza. Entusiasta y cariñoso, estaba “simplemente disfrutando de la vida, sin saber que esta tragedia iba a ocurrir hoy”, expresó.
Eva Mireles, de 44 años, llevaba 17 años dando clases, de acuerdo con una carta de bienvenida dirigida a los estudiantes que escribió el año pasado. Ella y su esposo, un agente de policía escolar, tenían una hija adulta.
Mireles escribió que le gustaba salir a correr y hacer senderismo, y una familiar, Amber Ybarra, dijo que tenía un espíritu aventurero.
De dónde provenía el arma
El joven adquirió legalmente sus armas poco después de cumplir 18 años y días antes del ataque, informaron funcionarios policiales a los legisladores estatales.
Compró un fusil de una tienda de armas autorizada en la zona metropolitana de Uvalde el 17 de mayo, de acuerdo con el informe de las autoridades entregado al senador estatal John Whitmire. El 18 de mayo, el joven adquirió 375 balas. Dos días después, compró el segundo fusil.
Sigue la investigación
Las autoridades no han divulgado la lista completa de las víctimas. Ni muchos detalles importantes sobre el ataque.
Entre los datos inconclusos está la hora en la que Ramos baleó a su abuela y cuándo se informó a las autoridades de ello; cuándo y cómo funcionarios escolares o policías lo vieron o lo enfrentaron mientras se acercaba a la escuela; cuántas personas podrían haber visto las publicaciones en las redes sociales que se le atribuyen, y cuál es la historia, si es que había una, con la primaria Robb.
Hay “muchas preguntas sin responder y estamos tratando de determinar qué fue lo que desencadenó esto, qué hizo que un joven de 18 años cometiera un acto tan atroz, esta masacre en esta pequeña y unida comunidad”, dijo el teniente Christopher Olivarez, del Departamento de Seguridad Pública de Texas, al programa “Today” de la cadena NBC.
MQ