Adriana Reyes, madre de Salvador Ramos, joven que asesinó a 21 personas en una primaria ubicada en Uvalde, Texas, declaró que su hijo en ocasiones se comportaba agresivo, pero que "no era un monstruo" , además afirmó que no se dio cuenta que su hijo había comprado rifles.
Adriana manifestó su solidaridad con las familias de los niños asesinados, reiterando que no sabía sobre los rifles que su hijo había adquirido.
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"A veces tuve una sensación de incomodidad, como de ¿Qué estás haciendo?, Podía ser agresivo... Si realmente se enfadaba", declaró Reyes.
Los compañeros de clase de Salvador aseguraron que este era conocido por pelear con otros estudiantes, además de amenazarlos, y recalcaron que en los últimos dos años, comenzó a exhibir comportamientos perturbadores, amenazando directamente a una persona y acosando a algunos otros, incluso, afirmaron que él mismo se ocasionaba heridas en el rostro, mismas que se curaba también él solo.
Tiroteo dejó 17 heridos
Además de matar a 21 personas de las cuales 19 eran niños y dos maestras, Salvador dejó 17 heridos; antes de realizar el tiroteo el joven mató a su abuela.
Además de esto, el agresor atacó e hirió a tres policías que fueron los primeros en llegar al tiroteo, mismos que intercambiaron disparos con Salvador.
La Policía Fronteriza lo abatió
Luego de herir a los policías que llegaron de primera instancia, más elementos fueron alertados que el agresor se encontraba armado y estaba disparando en contra de los elementos de la ley, por lo que al arribo de la Policía Fronteriza fue que el fin de Ramos llegó, ya que estos lograron abatirlo.
MQ