BAR ELIAS, Líbano (AP) — Una tormenta de cinco días que azotó a Líbano con fuertes lluvias y nieve tuvo un efecto devastador en miles de refugiados que viven en carpas en el valle oriental de Bekaa, en Líbano, obligando a muchas personas cuyos albergues quedaron inundados o destruidos por la nieve a desplazarse.
“Perdí todo al interior”, dijo Umm Fawas parada afuera de su carpa con agua hasta las rodillas. Tuve que dormir durante cinco noches en una silla a causa del agua, agregó.
La agencia de refugiados de la ONU dijo el jueves que 361 sitios que albergan a unos 11.000 sirios quedaron dañados.
La tormenta agravó las ya miserables condiciones de vida de los refugiados en el Líbano, que alberga el mayor porcentaje de refugiados en el mundo con casi 1 millón, aproximadamente una cuarta parte de la población del país.
La tormenta que terminó el miércoles causó un daño extendido en el país, en donde los ríos desbordados causaron la muerte de una niña siria de 8 años.
El jueves, el refugiado Alaa Shehadeh, de 31 años, limpiaba la carpa en donde vive con su esposa y cinco hijos después de que bombearan con un enorme camión cisterna el agua que les llegaba hasta las rodillas. Toda la comida almacenada al interior de la carpa, así como los colchones y frazadas, se echaron a perder.
En Bar Elias, en la orilla del río Litani, se ubica el campamento en donde vive, que se inundó durante la tormenta y alberga a unos 420 refugiados, entre ellos 100 niños. El primer día de la tormenta, la gente huía de una carpa a otra conforme subía el nivel del agua.
“Sólo la misericordia de Dios nos puede salvar”, dijo Shehadeh, cuya esposa e hijos huyeron durante la tormenta al pasillo de un edificio cercano que ahora comparten con decenas más que tuvieron que salir del asentamiento.