RÍO DE JANEIRO.- Miles de habitantes de comunidades ubicadas río abajo de una presa minera en riesgo realizaron un simulacro de evacuación, tan sólo dos meses después de que una mina se rompiera en ese mismo estado de Brasil y dejara 212 muertos y 93 desaparecidos.
El simulacro en el que participaron alrededor de 6 mil habitantes de Barao de Cocais, ubicado a unos 150 kilómetros del lugar donde una presa se reventó en enero pasado, tenía el objetivo de que las personas supieran qué hacer en caso de que la presa que amenaza la localidad también cediera.
La gigante minera Vale incrementó el viernes a tres el nivel de riesgo en la presa ubicada cerca de la ciudad. Según el Ministerio de Minas y Energía de Brasil, el nivel tres significa que “una ruptura es inminente o está en transcurso”.
En caso de ruptura, los residuos minerales llegarían a la zona urbana de la ciudad en una hora y 12 minutos, indicó la agencia de defensa civil del estado de Minas Gerais dijo en un comunicado.
Los residentes que viven en un perímetro de 10 kilómetros del lugar ya fueron desalojados el mes pasado. Más de 440 personas fueron reubicadas en viviendas temporales o con familiares.
Se preveía que quienes residen más allá del primer perímetro de seguridad participaran en el simulacro, señaló Vale en un comunicado.
El 25 de enero, la ruptura de una presa de Vale en Brumadinho desencadenó un torrente de fango rojizo que arrasó con todo a su paso, destruyendo viviendas, caminos y árboles, y contaminando los ríos cercanos.
El tipo de presa utilizada para retener residuos minerales en Barao de Cocais es igual al de Brumadinho. Desde entonces, las autoridades estatales prohibieron este tipo de construcciones, pero a las compañías se les dio un plazo de tres años para reemplazar las existentes.
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