ECUADOR.- Guayaquil, Ecuador, está enfrentando una severa crisis por el COVID-19; los hospitales rechazan a los pacientes ante la incapacidad de atenderlos y los cadáveres de los difuntos se quedan por días en las calles y las casas de los familiares.
En esta ciudad, una familia fue descubierta cuando intentaba sacar de la ciudad el cadáver de un hombre que murió por el coronavirus; lo sentaron en la parte trasera de un automóvil y trataron de hacerlo pasar por una persona que estaba durmiendo.
Los militares detectaron el paso del auto en un tramo carretero, lo detuvieron para una revisión y al darse cuenta que la persona no reaccionada, preguntaron a la familia qué era lo que pasaba.
“¿Está dormido?, ¿Está dormido? ¡Despiértelo! Despiértelo, si no no podrán avanzar”, dijeron los militares a los familiares al darse cuenta de que el hombre no reaccionaba.
Los familiares entonces explicaron que trasladaban el cuerpo de su familiar de la morgue a un lugar donde pudieran enterrarlo, pero todos quedaron detenidos; luego, ellos mismos informaron que los soltaron tras pagar una cantidad de dinero y pudieron sepultar al hombre.
Según la Policía de Ecuador, la familia pagó a la morgue para sacar el cuerpo con la finalidad de sepultarlo en un panteón, violando todas las reglas de higiene.