Los tripulantes del submarino Titán de la empresa privada OceanGate que intentaba explorar los restos del Titanic en el Océano Atlántico, sí supieron que iban a morir antes de la tragedia, asegura un experto.
Aunque en un principio se dijo que los pasajeros no se enteraron sobre lo que pasó, un experto ahora aseguró que probablemente sí estuvieron consientes sobre el devastador final que tendrían.
José Luis Martín, aseguró durante una entrevista que el sumergible se lanzó a las profundidades del océano para conocer los restos del Titanic, pues previamente esta expedición ya había sido realizada exitosamente.
Aunque las cosas serían diferentes en ésta ocasión, de acuerdo con Martín el transporte sufrió una falla técnica que limitó la fuerza de propulsión para poder llegar a la superficie y esto impidió que alcanzaran a salir del agua.
Así fue su último minuto de vida
Indicó que el sumergible se fue "como una flecha, en vertical" y el ojo de buey quedó hacia abajo, es decir, iban en caída libre a mil 700 metros de profundidad aproximadamente y era "como una piedra y sin ningún control... estalló como un globo".
La implosión se debió a que no soportaron el cambio brusco de presión; reveló que momentos antes de que todo acabara ocurrió un fallo total en el sistema eléctrico, esto hizo que las víctimas quedaran "unos encima de otros, aterrorizados, en total oscuridad".
José Luis Martín refirió que lo más probable es que los cinco pasajeros estuvieron consientes sobre lo que les esperaba, ya que todo ocurrió rápidamente pero los momentos previos al final sí dejaron oportunidad para que se dieran cuenta de lo que pasaba, es decir, hubo un lapso de aproximadamente "48 a 71 segundos".
La implosión del Titán
De acuerdo con Michael Harris, un buzo experto en el tema, para llegar a la embarcación hay que descender 3 mil 200 metros a las profundidades del océano; sin embargo, hay que considerar que por cada centímetro cuadrado sobre el casco del sumergible, éste debe soportar 420 kilos.
De manera que cualquier daño o grieta al submarino tendría resultados catastróficos, pues la fibra de carbono y el titanio que lo cubren terminarían por ceder a una implosión.
Este proceso involucra un objeto colapsado que hace lo contrario a una explosión, es decir, en vez de expandirse y salir de su centro, se contrae hacia este último; esto se da porque la presión exterior es mayor a la interior.
Existen diferentes tipos de implosión y cada una tiene una aplicación diferente. Es decir, está la de armas nucleares, agujeros negros, terremotos, y en este caso, la de presión hidrostática.
Según la teoría de Harris, el Titán pudo ser afectado por la presión del agua que superaría la resistencia del casco y terminaría por deformar la estructura que, en consecuencia, generaría ondas, las cuales podrían ser detectadas con herramientas hidrofónicas o aquellas para detectar sismos.
mvls