Turquía envió una ofensiva aérea contra objetivos kurdos ubicados en Siria e Irak, a una semana del atentado en Estambul, donde se registraron al menos seis muertes y decenas de heridos.
Según autoridades de Turquía, culpan a los kurdos de haber dejado las bombas en Estambul, en un atentado terrorista.
El ataque aéreo fue denominado ‘Operación Garra – Espada’, mismos que dejaron caer misiles en bases kurdas, mismas que estaban siendo utilizadas para lanzar ataques contra Turquía, según informó el Ministerio de Defensa de aquel país.
Por su parte, el proscrito grupo kurdo PKK negó haber sido los autores del ataque con la bomba en Estambul, además, un portavoz sirio – kurdo, afirmó que dos aldeas pobladas por desplazados internos fueron atacadas.
El Ministro de Defensa de Turquía, Hulusi Akar, cuando empezaron los ataques aéreos, publicó un tweet donde indicaba que el juicio final había comenzado, acompañado de un avión de combate despegando, además de otra imagen de una explosión.
"Los refugios, búnkeres, cuevas, túneles y almacenes de los terroristas fueron destruidos con éxito", dijo Akar.
Además, el Ministro de Defesa turco dijo que los ataques contra las bases kurdas ubicadas en Siria e Irak destruyeron de manera exitosa a 89 objetivos, y según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos con sede en el Reino Unido, confirmó que al menos 31 personas murieron solo en el norte de Siria.
Por otra parte, en Irak no se sabe con exactitud qué zonas fueron las atacadas por los turcos, ni tampoco los objetivos que los misiles tenían.
PKK niega ser autor de la bomba
La PKK reiteró que ellos no fueron autores del ataque bomba a Estambul, y que no atacarían directamente a civiles, además de negar su responsabilidad.
Después del ataque, las autoridades turcas detuvieron a una mujer de Siria, quien supuestamente habría sido la que colocó la bomba.
MQ