Ucrania acusó a las Fuerzas Armadas rusas de haber matado a balazos a 24 civiles, entre ellos, 13 niños, en un ataque a una caravana de automóviles cerca de la ciudad de Kupiansk, recientemente conquistada.
El 30 de septiembre, las tropas ucranianas habían mostrado a reporteros de la AFP un grupo de vehículos acribillados a balazos y varios cadáveres vestidos de civil en las afueras del pueblo Kyrylivka, a poca distancia al este de Kupiansk.
Sin embargo, este 1 de octubre, el gobernador regional de Járkov, Oleg Synegubov, cifró el número preliminar de muertos en 24, entre los que se encontraban, según él, una mujer embarazada y 13 niños.
“Los rusos dispararon contra los civiles a corta distancia”, confirmó Oleg.
A través de un video compartido por canales oficiales ucranianos, un responsable del Departamento de Atención Médica de Emergencia de Kupiansk, confirmó estas cifras.
De acuerdo a un comunicado de la oficina del fiscal de la región de Járkov, la fila de coches fue tiroteada por el ejército de Rusia el 25 de septiembre, cuando los civiles trataban de evacuar.
Las autoridades ucranianas han comenzado una investigación y confirman que las fuerzas rusas que fueron expulsadas de Kirilivka el 25 de septiembre, están detrás de esta aparente masacre.
Reporteros de AFP contaron el 30 de septiembre los cuerpos de al menos 11 civiles en los coches destrozados, algunos quemados hasta quedar irreconocibles.
Las tropas ucranianas que operan en las cercanías mencionaron que habían hallado los muertos en un tramo de carretera expuesto junto a una vía férrea, mientras que las fuerzas rusas derrotadas se retiraban de la zona.
Este hecho ocurrió 24 horas después de que Ucrania y Rusia se acusaran mutuamente por un ataque contra un “convoy humanitario” en la región Zaporizhzhia que ha dejado al menos 30 muertos y 118 heridos, según el último balance publicado este 1 de octubre por el alcalde de Melitopol, Ivan Federov.
AA