Al menos 43 clínicas de Estados Unidos dejaron de practicar abortos desde que el 24 de junio la Corte Suprema decidió no respaldar el acceso a la interrupción del embarazo, según un informe del Instituto Guttmacher.
Tras un mes de esta sentencia, 11 estados han prohibido todos los abortos o los llevados a cabo después de las seis semanas de embarazo, de acuerdo a la organización que defiende el acceso a los anticonceptivos y al aborto.
De las 43 clínicas, 23 de ellas se encuentran en Texas, mientras que cinco están en Oklahoma y otras cinco en Alabama, y cerraron o resituaron sus actividades hacia otro tipo de atención médica.
El 7 de julio cerró una de las clínicas llamadas “Casa Rosa”, en el centro del caso que llevó a la revocación de la Corte Suprema, luego de que era la única que realizaba estas operaciones por un largo periodo.
Las autoridades de la clínica ya mencionada habían concluido que el acceso al aborto ya era muy limitado en gran parte del territorio y seguirá acotándose a medida que más estados determinen la prohibición del aborto en las próximas semanas y meses.
Cabe señalar que algunos estados como Luisiana y Dakota el Norte tienen leyes que prohíben el aborto, sin embargo, las luchas legales han detenido su aplicación. Y en otros lugares como Indiana, han citado una sesión especial de la legislatura para aprobar una nueva norma.
Se espera que la mitad de los estados, sobre todo en los conservadores del sur y el centro de Estados Unidos, también prohíban el aborto.
Es importante recordar que el 24 de junio, la Corte Suprema de Estados Unidos estalló el derecho al aborto, el cual llevaba casi 50 años garantizado, lo que logró que una decena de estados conservadores buscaran prohibir o restringir los abortos en estos espacios.
A partir de esta prohibición, el panorama legítimo se ha transformado, dejando muchas áreas grises, por lo que se ha originado un nivel importante de estrés en la profesión, de acuerdo al abogado especializado en la defensa de los médicos, Harry Nelson.
AA