El gobierno de Estados Unidos llevó a cabo una nueva deportación masiva de migrantes venezolanos. En un operativo coordinado, 170 personas fueron enviadas a Honduras antes de abordar otro vuelo con destino final a Caracas. Este procedimiento ha despertado preguntas sobre el papel de Honduras y las políticas migratorias de la región.
Mientras las autoridades estadounidenses continúan con la política de deportaciones, el gobierno de Honduras aseguró que no se convertirá en un "tercer país seguro". Sin embargo, la escala en la base militar de Palmerola ha generado diversas reacciones y especulaciones sobre posibles acuerdos bilaterales.
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- Internacional
¿Por qué fueron deportados los 170 venezolanos?
El grupo de migrantes fue enviado en un vuelo operado por la aerolínea GlobalX, el cual aterrizó en la base de Palmerola, Honduras. Posteriormente, fueron trasladados a un avión de Conviasa, aerolínea venezolana, para su regreso a Caracas.
El canciller hondureño Enrique Reina compartió imágenes del vuelo en sus redes sociales, confirmando la operación y destacando que se realizó en cooperación con Estados Unidos y Venezuela. Esta acción forma parte de los acuerdos migratorios establecidos entre ambos países.
Según informaciones preliminares, el avión podría haber llegado desde Guantánamo, Cuba, aunque esto no ha sido oficialmente confirmado por las autoridades. La embajadora de EE.UU. en Honduras, Laura Dogu, agradeció la colaboración del gobierno hondureño en el proceso.
El vicecanciller hondureño, Tony García, negó que su país se esté convirtiendo en un "puente" para migrantes deportados, como ha ocurrido en otras naciones de Centroamérica.
¿Cuál es el rol de Honduras en estas deportaciones?
Honduras ha insistido en que su papel en este proceso fue solo de transbordo. Según Tony García, los migrantes no fueron alojados en albergues ni se quedaron en territorio hondureño, a diferencia de lo que ocurre en otros países como Panamá y Costa Rica.
El avión con los deportados llegó a Palmerola, donde realizaron el cambio de aeronave antes de continuar su viaje a Venezuela. Las autoridades hondureñas han reiterado que no existe ningún acuerdo para recibir migrantes en su territorio de manera permanente.
Por otro lado, analistas han especulado sobre posibles acuerdos no revelados entre Honduras, Estados Unidos y Venezuela, en un intento de controlar el flujo migratorio en la región.
Este traslado de migrantes ocurre en un contexto político complejo. Mientras Estados Unidos mantiene su política de deportaciones, Venezuela ha aceptado recibir de vuelta a sus ciudadanos en vuelos gestionados por Conviasa.
El gobierno de Honduras, por su parte, ha reiterado su compromiso de cooperación con ambos países, asegurando que no se convertirá en un país receptor de migrantes deportados.
MQ