Dos reclusos acusados de crímenes violentos, entre ellos intento de asesinato en segundo grado, permanecen prófugos en Estados Unidos tras escapar de la cárcel de la parroquia de St. Landry el miércoles por la mañana.
La fuga se logró de una manera rudimentaria pero efectiva: retirando trozos de una pared deteriorada de la prisión.
Un tercer recluso que participó en la huida fue localizado, pero se quitó la vida antes de ser capturado.
Así ocurrió fuga de reclusos en Estados Unidos
El jefe de policía Bobby J. Guidroz, encargado de supervisar la prisión ubicada en Opelousas, a unos 209 kilómetros al noroeste de Nueva Orleans , explicó la mecánica de la fuga.
“Los reclusos descubrieron una parte deteriorada de una zona alta de la pared y, con el tiempo, retiraron el mortero, lo que les permitió quitar bloques de concreto y lograr una salida”, detalló Guidroz en un comunicado.
Una vez fuera del edificio principal, emplearon “sábanas y otros objetos” para escalar el muro exterior, dejarse caer sobre el techo del primer piso y finalmente “bajar al suelo”. Las autoridades han iniciado una investigación interna para determinar cómo fue posible el deterioro de la pared.
El mayor Mark LeBlanc, portavoz del departamento, señaló que aunque no se tiene constancia de un intento de fuga similar en el pasado, "estos tres fueron un poco más creativos que en años anteriores".
Fugitivos acusados de crímenes graves
La policía parroquial identificó a los dos reclusos que siguen en libertad:
• Keith Eli (24 años, Opelousas): Acusado de intento de asesinato en segundo grado.
• Johnathan Jevon Joseph (24 años, Opelousas): Enfrenta varias acusaciones, incluyendo cómplice de violación en primer grado.
Las autoridades han advertido a los residentes que protejan sus hogares y vehículos, ya que no hay indicios de que los prófugos hayan abandonado la parroquia. "Están acusados de delitos violentos y sabemos que están desesperados por escapar", alertó LeBlanc.
Recluso se quita la vida al ser localizado
El tercer preso involucrado en la fuga, Joseph Allen Harrington (26 años, acusado de varios delitos graves como allanamiento de morada), fue localizado por la policía de Port Barre gracias a un informante que lo reconoció empujando una bicicleta eléctrica negra.
Cuando un agente ubicó la bicicleta en una casa cercana, la policía usó un altavoz para pedirle a Harrington que saliera de la vivienda. Tras escuchar un disparo, los agentes entraron y lo encontraron muerto. Se había disparado con un rifle de caza, según confirmó el jefe de la policía de Port Barre, Deon Boudreaux.
Historial de fugas en Luisiana
Este incidente se suma a una serie de fugas en Luisiana que han puesto en entredicho la seguridad de sus cárceles. A principios de año, diez reclusos huyeron de una prisión en Nueva Orleans tras arrastrarse por un agujero detrás de un inodoro, dejando incluso un mensaje sarcástico: "Too Easy LoL" ("Demasiado fácil, hahaha").
Cualquier persona que preste ayuda a los fugitivos será procesada penalmente, advirtieron las autoridades de St. Landry.
EC