Edimburgo. Una mujer de 41 años de edad decidió entrar a una cámara oscura en Edimburgo durante un viaje familiar.
Al pasar frente a una cámara térmica que permite a los visitantes ver un mapa de color de todo el cuerpo, noto un punto caliente en su pecho izquierdo, algo que no ocurría con los demás.
Al darse cuenta de esto, decidió tomar una fotografía.
Ya en casa comenzó a investigar acerca de las cámaras termográficas y descubrió que estas pueden ser usadas en oncología como herramienta para diagnosticar cáncer. Tras pedir una cita con su médico, fue diagnosticada con cáncer de mama en etapa temprana.