LIMA, Perú (AP) — Ni los monumentos levantados por Odebrecht se salvan del enojo en Perú por los escándalos de corrupción que envuelven a la constructora brasileña en el país sudamericano.
Una estatua réplica del Cristo Redentor de Río de Janeiro que Odebrecht regaló a Perú en 2011, cuando el país era gobernado por Alan García, fue vandalizada en protesta por los sobornos que dio la empresa a funcionarios para ganar licitaciones de obras públicas.
La réplica, de 21 metros de altura, recubierta con fibra de vidrio y de 70 toneladas de peso, amaneció con frases escritas en colores verde y azul que decían "Odebrecht fuera del país", "Alan culpable", "No robarás" y "Juicio a García".
Se desconoce de momento los autores de esos actos, en tanto que ningún grupo político se ha atribuido los hechos.
La última semana dos funcionarios del gobierno de García fueron arrestados por sus vínculos con sobornos confesados por Odebrecht a la fiscalía peruana para ganar la construcción del metro de Lima, mientras que otro exviceministro de comunicaciones, también del gobierno de García, se encuentra prófugo y las autoridades han ordenado su captura internacional. En diciembre, el Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que Odebrecht reconoció sobornos por 29 millones de dólares a funcionarios peruanos y recibió ganancias por 143 millones. Los hechos ocurrieron durante los gobiernos de los presidentes Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).
El presidente del poder judicial Duberlí Rodríguez afirmó a la televisora N que los sobornos de Odebrecht podrían implicar la captura de 100 personas de diversos rangos políticos.
Según dijo Odebrecht a la AP en 2011, la obra costó alrededor de un millón de dólares. Poco antes de su inauguración García afirmó a la prensa que él colocó 30.000 dólares de sus bolsillos.
"Mi sueño fue siempre hacer en el morro (de Lima) un Cristo similar al Cristo del Corcovado (en Río de Janeiro)... quisiera que sea una figura que bendiga al Perú", comentó.