El Vaticano ha iniciado un proceso de renovación de su flota de vehículos con el objetivo de que para el año 2030 sean completamente eléctricos. Esta transformación incluirá la implementación de una extensa red de puntos de carga en todo su territorio y alrededores, según lo comunicado por la Gobernación del Estado religioso.
Como parte de este plan, el Vaticano ha suscrito un acuerdo con el grupo automovilístico alemán Volkswagen para modernizar su parque vehicular con modelos de las marcas Volkswagen y Skoda, a través de sistemas de alquiler a medio y largo plazo.
El primer paso de esta estrategia se materializó con la entrega de unidades de los modelos ID.3 e ID.4, en una ceremonia que contó incluso con la presencia del Papa Francisco, según informa Clarín.
Estos primeros vehículos anunciados son versiones Pro Performance, equipados con una batería de 58 kWh y un motor eléctrico trasero de 207 CV. Su autonomía alcanza aproximadamente los 430 km para el ID.3 y los 530 km para el ID.4 e ID.5 (estos dos últimos equipados con una batería más grande de 77 kWh).
El plan busca reemplazar gradualmente los vehículos de propiedad estatal por modelos eléctricos, instaurar una red de carga propia en el territorio del Estado Vaticano y sus áreas circundantes en Roma, además de ampliar su disponibilidad para los empleados.
Adicionalmente, se ha comprometido a garantizar que la energía suministrada a los puntos de carga provenga exclusivamente de fuentes renovables.
"El Estado de la Ciudad del Vaticano ha mantenido durante muchos años su compromiso con el desarrollo sostenible a través de políticas ecológicas, destinadas a preservar el medio ambiente y promover estrategias de ahorro energético", justificó en un comunicado.
Asimismo, se reiteró el compromiso del Estado de la Ciudad del Vaticano con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y los Acuerdos de París
En cuanto a los vehículos utilizados por el Papa Francisco, desde que asumió como Papa en marzo de 2013, ha optado por vehículos más sencillos y ha destinado los regalados a obras de caridad. Entre estos regalos se encuentra un Lamborghini Huracan, obsequiado en 2017 y subastado para ayudar a las comunidades católicas en Irak.
También fueron subastadas dos Harley Davidson: una perteneciente a Benedicto XVI y otra que le fue regalada al Papa Francisco, cuyos fondos obtenidos se destinaron a obras benéficas.
Desde entonces, el Papa ha sido visto usando vehículos más convencionales, como un Ford Focus, un Fiat 500 o un Dacia Duster. Durante sus giras por el mundo, se han utilizado una variedad de Papamóviles, que incluyen modelos como un Ford Bronco, un Toyota Mirai en Japón, un Isuzu D-Max en Portugal, una Ford Ranger en Panamá, una RAM 2500 en México, una Jeep Wrangler en Chile, un Peugeot Hoggar en Cuba y una Toyota Land Cruiser en Bolivia."