A pesar del cielo soleado del sábado en Venecia, reina la intranquilidad ante el temor a nuevas marejadas provocadas por el viento; se prevé que la marea alta alcance 1.6 metros de altura, luego de que se decretó estado de emergencia para hacer frente a la devastación por las inundaciones.
Los servicios de protección civil italianos lanzaron una "alerta roja" meteorológica para toda la región de Venecia y avisaron del riesgo de fuertes vientos durante la jornada.
Será otro día difícil para este destino turístico italiano, cuyo alcalde, Luigi Brugnaro, se vio obligado el viernes a cerrar la emblemática plaza San Marco durante varias horas, hasta que el nivel del agua bajó ligeramente.
La temida "acqua alta" o marea alta, llegó a 154 centímetros el viernes.
El martes, Venecia padeció sus peores inundaciones en 53 años, cuando el agua llegó a 187 centímetros. El 4 de noviembre de 1966 había llegado a 194 centímetros. El agua invadió iglesias, museos y hoteles de esta ciudad incluida en el patrimonio mundial.
Museos como el Guggenheim pensaron abrir el viernes pero cambiaron de idea cuando vieron las previsiones meteorológicas.