En un contexto de máxima fricción diplomática y militar en el Caribe, el Gobierno de Venezuela ha movilizado su aparato legislativo para blindar sus operaciones comerciales marítimas.
El presidente Nicolás Maduro anunció la creación de la Ley para Garantizar la Libre Navegabilidad y Comercio contra la Piratería en los Mares del Mundo, una normativa que surge como respuesta directa a la reciente incautación de buques petroleros por parte de las fuerzas de seguridad de Estados Unidos.
Esta nueva estructura legal, aprobada ya en su primera discusión por la Asamblea Nacional, establece castigos severos para quienes colaboren con las estrategias de Washington.
Darán hasta 20 años de cárcel a quien colabore con EU
Las penas de prisión oscilan entre los 15 y 20 años, acompañadas de multas económicas masivas que podrían alcanzar el equivalente a un millón de veces el tipo de cambio de mayor valor publicado por el Banco Central de Venezuela (BCV).
Durante una alocución transmitida por el canal estatal VTV, Maduro definió la ley como un instrumento "especial" destinado a defender los convenios internacionales que prohíben el asalto a embarcaciones y los delitos contra el comercio global.
Para el mandatario, las acciones de la administración de Donald Trump —que incluyen la retención de crudo venezolano— representan una "prueba" que obligará al país a acelerar su transición hacia una economía menos dependiente de la exportación petrolera.
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"Esta prueba también la vamos a superar y vamos a quedar más fuertes como economía, como país soberano", afirmó Maduro, minimizando el impacto a largo plazo de las maniobras del Comando Sur de EE. UU.
Por su parte, el diputado Giuseppe Alessandrello, encargado de presentar los detalles técnicos de la normativa, subrayó que el alcance de la ley es amplio.
El texto busca penalizar a cualquier individuo que promueva, instigue, financie o participe en acciones de bloqueo o piratería contra entidades que comercien con la República. Según el legislador, el objetivo primordial es evitar que el asedio externo erosione aún más el nivel de vida de la población venezolana.
La urgencia legislativa en Caracas coincide con un endurecimiento de la táctica de la Casa Blanca. Recientemente, Donald Trump ordenó un bloqueo "completo" sobre los petroleros sancionados.
Hasta la fecha, dos embarcaciones que se dirigían hacia mercados asiáticos han sido incautadas, mientras que una tercera logró eludir la persecución naval estadounidense.
Estados Unidos justifica este despliegue bajo el argumento de la lucha contra el narcotráfico, aunque hasta el momento no se han presentado pruebas públicas que vinculen directamente a los buques petroleros con el tráfico de sustancias ilícitas.
Desde Washington, la retórica no ha dado señales de desescalada. Al ser cuestionado sobre sus objetivos finales y la posibilidad de una intervención terrestre, Trump mantuvo una postura ambigua pero desafiante.
DR