Venezuela liberó el sábado a siete estadounidenses encarcelados en el país sudamericano a cambio de la liberación de dos sobrinos de la esposa del presidente Nicolás Maduro, presos desde hace años en Estados Unidos tras ser condenados por contrabando de drogas.
Franqui Flores y a su primo Efraín Campo, sobrinos de Cilia Flores, esposa de Nicolás Maduro, recibieron clemencia del presidente Joe Biden antes de su puesta en libertad.
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El intercambio de los estadounidenses, entre los que se encuentran cinco ejecutivos petroleros retenidos durante casi cinco años, es el mayor intercambio de ciudadanos detenidos jamás realizado por el gobierno del presidente Joe Biden.
“Estas personas pronto se reunirán con sus familias y volverán a estar en los brazos de sus seres queridos, donde pertenecen”, dijo Biden en un comunicado.
Por parte del gobierno de Venezuela se trata de un raro gesto de buena voluntad por parte de Maduro, en momentos en que el mandatario socialista busca reconstruir las relaciones con Estados Unidos tras superar a la mayoría de sus opositores internos.
Entre quienes fueron puestos en libertad se encuentran cinco empleados de la empresa petrolera CITGO, con sede en Houston, un excabo de la Armada estadounidense originario de Tennessee, así como un hombre de Florida.
“Hoy, después de años de estar detenidos injustamente en Venezuela, traemos a casa a Tomeu Vadell, José Luis Zambrano, Alirio Zambrano, Jorge Toledo, José Pereira, Matthew Heath, y Osman Khan. Celebramos que siete familias estarán completas una vez más”, dijo Biden
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La Casa Blanca señaló que Biden habló con las familias y que los hombres tenían una salud estable y se les ofreció apoyo, incluida la atención médica.
El gobierno de Biden se ha visto presionado para hacer más por traer de vuelta al país a los aproximadamente 60 estadounidenses que cree que están retenidos como rehenes en el extranjero o detenidos injustamente por gobiernos extranjeros.
Al menos otros cuatro estadounidenses permanecen detenidos en Venezuela, incluidos dos ex boinas verdes involucrados en un intento improvisado de derrocar a Maduro en 2019, y otros dos hombres que fueron detenidos por supuestamente entrar sin autorización legal en el país desde Colombia.
A pesar de las negociaciones, el gobierno de Biden no liberó a otro prisionero largamente buscado por Maduro: Alex Saab, un empresario con información privilegiada que Venezuela considera un diplomático y a quien los fiscales estadounidenses generaron cargos de desvío de millones de dólares en contratos estatales.
Por otro lado, ejecutivos de una empresa petrolera fueron condenados por malversación el año pasado en un juicio empañado por retrasos e irregularidades. Maduro los acusó de traición, y el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela confirmó sus largas condenas a principios de este año. Todos los hombres se han declarado inocentes y el Departamento de Estado Norteamericano los ha considerado como detenidos injustamente.
SCA